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El dibujante plasmó su preocupación por Argentina, dice el caricaturista Helguera

Celebran 50 años de Mafalda; Quino creó una voz crítica e icono de AL

Esa historieta es el equivalente en cómic de la literatura de Gabriel García Márquez, opina BEF

Lumen da a conocer la nueva edición de la colección de 12 tomos del célebre personaje

 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de mayo de 2014, p. 5

Mafalda es una obra cumbre de la literatura latinoamericana, según el escritor e historietista Bernardo Fernández, BEF, para quien esa historieta es el equivalente en cómic de la literatura de Gabriel García Márquez.

BEF fue uno de los participantes en la mesa redonda con la que el museo del Estanquillo y Editorial Lumen festejaron el jueves el cincuentenario de esa famosa tira de Quino (Joaquín Salvador Lavado). Los otros fueron los caricaturistas Antonio Helguera, Juan Alarcón y Ricardo Cucamonga.

Ddesde casi una hora antes de comenzar se formó una larga fila a las afueras del céntrico recinto y, luego, decenas de personas permanecieron afuera a la espera de poder ingresar.

Los caricaturistas encomiaron la sensibilidad y la inteligencia de Quino para crear una voz crítica y al mismo tiempo un icono de la cultura de América Latina que ha contribuido a politizar a varias generaciones de diversos países de la región.

Humor no es hacer chistes

Antonio Helguera, caricaturista de La Jornada, señaló que Mafalda es una postura crítica de Quino ante la inestabilidad política y social que ocurría en Argentina de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, que desencadenó en la dictadura de Jorge Rafael Videla, de 1976 a 1981.

Aunque en sus viñetas el dibujante rioplatense parecía referirse al turbulento panorama del mundo de aquel entonces, marcado por la guerra fría, en realidad, señaló Helguera, expresaba su preocupación por la realidad en esa nación tras el golpe militar que derrocó a Arturo Humberto Illia, considerado el mejor presidente de Argentina, en 1966, tres años después de haber asumir el mandato.

Quino se refería a su propio país, las preocupaciones de la clase media. Tenía temor de la violencia y ese clima de confrontación, y lo expresaba como si fuera algo mundial, pero en realidad de refería a lo que acontecía en Argentina. “Cuando Mafalda buscaba a la paloma de la paz era la manera en que Quino expresaba su preocupación por lo que pasaba en su tierras”.

Luego de reiterar que los cómic y las historietas son una forma de literatura, BEF sostuvo que Mafalda representa una de las grandes aportaciones literarias y culturales de Argentina al mundo, al lado de las obras de Borges y Cortázar.

Contrastó la creación de Quino con el Libro de los Salmos y el I-Ching, por la sabiduría contenida: “Hay más sabiduría en las tiras de Mafalda que en los aforismos de Cioran. En la personalidad de los personajes de esa historieta está contenida la humanidad entera”.

Habló, asimismo, del agudo sentido del humor de la tira y afirmó que esto no es sencillo, debido a que el humor no es hacer chistes, sino apelar a la inteligencia más profunda. Mafalda, cerró BEF, es una obra luminosa y tiene muchos niveles de comprensión e implicaciones políticas, filosóficas e incluso en ocasiones metafísicas.

Por su parte, Alarcón y Cucamonga formularon ejercicios de imaginación. El primero planteó qué habría ocurrido con los personajes de esta historieta si hubieran sido mexicanos y chilangos, y así visualizó a Felipito como un abotagado y corrupto burócrata capitalino y a Guille como un gordo, calvo y frustrado microbusero.

Cucamonga leyó una carta en la que una chava pirruris planteaba a Susanita sus incomodidades por tener que convivir en México con tanta pobreza y el naquerío. “Tienes razón –planteó en esa misiva–, no hay que acabar con los pobres, hay que esconderlos”.

En la velada, Lumen dio a conocer una nueva edición de la colección de los 12 tomos del personaje creado por Quino.