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Lejos de ser una disfunción, ayuda a aprender y a adaptarnos, dice académico de la UNAM

Olvidar, proceso que refresca la memoria y evita su saturación

Es un fenómeno poco estudiado, porque es un tabú; se había planteado como disruptivo y violento, explica Alonso Martínez, quien publicó un artículo sobre amnesia infantil en Science

 
Periódico La Jornada
Martes 13 de mayo de 2014, p. 2

Olvidar nos ayuda a aprender. Dejar recuerdos fuera de nuestra memoria no es necesariamente una disfunción, como se suele pensar, sino una condición indispensable para incorporar conocimientos nuevos y adaptarnos a una realidad cambiante, señaló Alonso Martínez Canabal, académico del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En charla con La Jornada, el especialista –quien acaba de publicar un artículo en la revista Science sobre la amnesia infantil y el olvido en los animales adultos– destacó la importancia del olvido como una función cerebral que refresca la memoria y evita la saturación de la misma con datos inútiles, pero que curiosamente ha sido muy poco estudiada.

El hallazgo de Martínez Canabal –realizado mientras trabajaba en su tesis doctoral en la Universidad de Toronto, como parte de un equipo de investigación canadiense y japonés– tuvo lugar cuando analizaba la forma en que la aparición de nuevas células participan en la formación de la memoria en ratones adultos.

Al experimentar con los roedores, el joven científico mexicano se dio cuenta de que aumentando su número de neuronas mediante el ejercicio físico, los animales perdieron los recuerdos que ya tenían sobre un contexto en el que se les había condicionado para sentir miedo.

Asimilación de nuevas reglas y supervivencia

De igual forma, indujo la amnesia en especies de roedores que ya nacen siendo autosuficientes y no tienen problemas de memoria o aprendizaje, como los cobayos o los degus, al aumentar su producción de neuronas en el giro dentado del hipocampo a través de medicamentos antidepresivos. El resultado fue el mismo: su memoria se degradó.

Este fenómeno ocurre, explicó Martínez, porque el surgimiento de nuevas neuronas en un organismo adulto altera los circuitos específicos de estas células que ya se han formado antes y que dan lugar a los recuerdos.

Sin embargo, este proceso de degradación de la memoria no es negativo, pues olvidar facilita a su vez que reaprendamos, y eso es muy importante para los mamíferos, porque las cosas y las reglas cambian, y si siempre intentas resolver el problema con la regla vieja que ya no aplica, pones en riesgo tu supervivencia.

Además, de lo anterior, dijo, si el cerebro no tuviera la capacidad de olvidar, guardaría siempre una cantidad inmensa de información que consumiría espacio y recursos energéticos en detalles sin ninguna utilidad.

El cerebro tiende a la generalización, a guardar memorias en paquetes sólidos, pero pierde toda una serie de detalles que después de un tiempo no son relevantes. Por eso el olvido es algo importante para el funcionamiento de la memoria y nos permite adaptarnos a cambios de reglas a los que nos enfrentamos en la vida cotidiana, enfatizó.

A pesar de ello, lamentó Martínez Canabal, en la neurociencia nadie estudia el olvido. Es casi tabú hablar de eso, porque siempre se había planteado como una disfunción, la consecuencia de un proceso disruptivo y violento, nunca como un proceso natural. La palabra ha sido estigmatizada, pero para aprender y reencontrarnos con nosotros mismos, también tenemos que perdernos un poco.

En el mismo sentido, para que el cerebro de un animal adulto –incluido el de los seres humanos– pueda mantenerse vigoroso, es fundamental que renueve su cantidad de neuronas a través del ejercicio físico e intelectual.

Hay más flexibilidad y lucidez en una persona que tiene vida social y hace ejercicio, que la que sólo ve la tele y duerme todo el día. La gente que se queda en su casa y no hace nada, termina viviendo en un esquema del pasado lejano y se queda ahí. El mundo cambia y nuestra personalidad y nuestras memorias deben hacerlo también, enfatizó.