Berlín, 10 de mayo.

La canciller alemana Angela Merkel exhortó en su videomensaje semanal a volver a un sendero seguro de crecimiento económico y poner fin al crecimiento basado en la inyección de dinero prestado, que va unido al peligro de una burbuja en los mercados financieros. Recordó que en la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Australia se trabajará sobre el conocido como sistema bancario en la sombra.

Al tocar la posibilidad de poner fin al crecimiento a través de dinero prestado, Merkel anunció que el martes recibirá en la Cancillería de Berlín a los dirigentes de cinco organizaciones financieras y económicas del mundo (OCDE, FMI, Banco Mundial, OIT y OMC) en su tradicional encuentro anual. Necesitamos instituciones globales para conseguir también un marco de regulación global para asuntos como la economía de mercado social, declaró.

En otro rubro, Merkel, anunció que su gobierno apoyaría una unión entre la firma de ingeniería alemana Siemens y su rival francesa Alstom, si los responsables de esas empresas deciden que esa alianza tendría sentido. En una rueda de prensa con el presidente francés, François Hollande, en la ciudad de Stralsund, Merkel mencionó que por encima de todo se trataba de una decisión empresarial y que su gobierno no deseaba intervenir en ese proceso.

Alstom, que fabrica sistemas de generación y transmisión de energía además de trenes y tranvías, pasa por dificultades de tesorería. El gigante energético estadunidense General Electric ya le ha hecho una oferta de compra.

Hollande coincidió con Merkel en que una adquisición era decisión corporativa. Ambos dijeron que esperaban que Siemens presentase una oferta. El presidente ejecutivo de Siemens, Joe Kaeser, ya ha hablado con Merkel sobre una posible oferta por el negocio de energía de Alstom.

Estamos esperando una oferta de Siemens antes de tomar posición. No queremos prejuzgar la elección, afirmó Hollande. También añadió que el gobierno francés se centraba en lo que sería mejor para los empleados.

Alstom informó que revisa una oferta vinculante de GE por 16 mil 900 millones de dólares a cambio de su filial energética, aunque también dejó la puerta abierta a un posible acuerdo con la alemana Siemens.