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Gerry Adams, detenido el miércoles, es acusado de asesinato

Marchan cientos en Belfast en demanda de que liberen al presidente del Sinn Fein
 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de mayo de 2014, p. 20

Belfast, 3 de mayo.

Cientos de personas se manifestaron hoy en Belfast para demandar la liberación del presidente del partido pro irlandés Sinn Fein, Gerry Adams, quien continúa detenido después de que un juez de esa ciudad de Irlanda del Norte concedió 48 horas adicionales a la policía para interrogarlo, es decir, hasta la noche del domingo.

Defiendan el proceso de paz, liberen a Gerry Adams, exhortaban las pancartas de los simpatizantes del Sinn Fein, las cuales llevaban la foto del presidente de su partido al lado de la del fallecido líder sudafricano Nelson Mandela.

Los manifestantes se congregaron en el bastión católico de Falls Road, en Belfast, donde pintaron un mural con la imagen de Adams que tenía las palabras hombre de paz, líder y visionario.

El líder del Sinn Fein fue arrestado el miércoles tras presentarse de forma voluntaria ante las autoridades, que lo investigan por el secuestro y asesinato, en 1972, de Jean McConville, protestante de 37 años, viuda de un católico y madre de 10 niños, que se atribuye a la antigua organización Ejército Republicano Irlandés (ERI), de la que Adams era un importante dirigente en aquel momento.

Una vez cumplido el plazo de 48 horas, la policía deberá abrir un proceso o liberar al presidente del Sinn Fein, quien niega cualquier implicación en el asesinato.

El Sinn Fein, que comparte el poder con los protestantes unionistas del DUP en el seno del gobierno biconfesional norirlandés, denunció una conspiración contra su líder y sospecha que existen motivos políticos en periodo de campaña electoral, para comicios locales y europeos, además de que no existen pruebas para mantenerlo encarcelado.

Entrevistas concedidas en 2001 por ex miembros del ERI a investigadores de la Universidad estadunidense de Boston, que realizaban un estudio sobre la violencia interreligiosa en Irlanda del Norte durante los últimos 30 años del siglo XX, fueron la causa que llevó a la policía a detener a Adams.

Para lograr que hablaran sin cortapisas, los investigadores prometieron a los miembros del ERI que su anonimato sería protegido hasta su muerte, pero la justicia norirlandesa se inmiscuyó y ordenó que algunas grabaciones fueran remitidas a las autoridades.