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Moscú exige cesar la operación punitiva y pide a Naciones Unidas una reunión urgente

Ucrania lanza ofensiva militar para recuperar Slaviansk

Activistas pro rusos, sitiados en esa urbe; derriban dos helicópteros ucranios

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Al menos 39 personas fallecieron ayer por un incendio en la Casa de los Sindicatos, en la ciudad de Odesa, informó el Ministerio del Interior de UcraniaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 21

Moscú, 2 de mayo.

La escalada de violencia en el este de Ucrania cobró este viernes un elevado número de muertos y heridos –todavía no precisado– por ambos bandos, al comenzar el gobierno de Kiev una ofensiva militar de gran escala para tratar de recuperar la ciudad de Slaviansk, baluarte armado de la protesta pro rusa.

No fueron las únicas víctimas mortales hoy en Ucrania. En el puerto de Odesa, hasta ahora más o menos en calma, grupos pro rusos que llegaron en vehículos con placas de Donietsk, según testigos, atacaron a los participantes en una manifestación en favor de la unidad de Ucrania, a quienes se habían unido las porras del equipo local de futbol, el Chernomoriets, y del visitante, el Metallist, de Jarkov, ambos de la primera división ucrania, que coinciden en ser de orientación pro occidental.

Los medios de Ucrania reportan un enfrentamiento a golpes de cerca de dos centenares de jóvenes, provocado por los pro rusos, que causó al menos tres muertos y decenas de heridos. Cuatro horas más tarde acabó, por el impacto de un coctel molotov, en incendio en la Casa de los Sindicatos, donde se habían retirado los activistas pro rusos, dejando entre ellos 31 decesos por asfixia y ocho que perdieron la vida al saltar desde las ventanas ante el avance de las llamas y el humo.

En Slaviansk y Kramatorsk, donde el ejército custodia un aeródromo militar, a las 4:30 de esta madrugada, la guardia nacional –dependiente del Ministerio del Interior de Ucrania– empezó a atacar los retenes instalados por los pro rusos en las afueras de ambas ciudades.

Por la noche, el presidente en funciones de Ucrania, Aleksandr Turchinov, informó que la guardia nacional mantiene ya bajo control todos los retenes y se adentra en el centro de ambas ciudades, más despacio de lo que quisiera debido a que los separatistas y mercenarios extranjeros (así denomina el gobierno de Kiev a los activistas pro rusos y a los miembros de las unidades especiales del GRU, inteligencia militar rusa, que dirigen la rebelión) se escudan con la población civil, incluso mujeres y niños.

La prensa ucrania difundió que un grupo de mujeres y civiles desarmados, presumiblemente familiares de los milicianos pro rusos, se interpusieron en el camino de una columna de carros blindados que se dirigía a Slaviansk.

Turchinov habló de bajas y detenidos entre pro rusos, sin precisar el número, y reconoció que dos militares de Ucrania murieron, en alusión a los pilotos de dos helicópteros MI-24 que realizaban vuelos de reconocimiento sobre Slaviansk y fueron derribados por los insurrectos, los cuales aseguran haber tumbado otro helicóptero y tener como prisionero a su piloto herido, de los 20 aparatos que participaron en la ofensiva.

Las noticias más recientes que llegan de Slaviansk desde el gobierno de Kiev indican que los combates, interrumpidos varias veces, continúan y los activistas pro rusos están sitiados.

La cancillería rusa, en funciones de vocero del Kremlin, pidió de inmediato al gobierno de Kiev cesar la operación punitiva contra su propio pueblo y afirmó que con ello echa tierra a los acuerdos de Ginebra sobre un arreglo político de la crisis.

A la vez dio instrucciones a su embajador ante la Organización de Naciones Unidas, Vitali Churkin, de solicitar una reunión urgente del Consejo de Seguridad para analizar la situación en Ucrania y argumentar que es necesario autorizar el envío de fuerzas de pacificación.

El gobierno de Kiev desmintió que en la operación antiterrorista participen ciudadanos extranjeros, en alusión a un comunicado de la cancillería de Rusia que califica de inadmisible y peligroso que durante los ataques en Slaviansk se escuchó a personas hablar en inglés.

No es claro qué impulsó a Turchinov a relanzar lo que denomina fase activa de la operación antiterrorista en el este de Ucrania. Unos analistas atribuyen la decisión al temor de que la disputa de los diferendos –que quieren llevar a cabo el gobierno de Kiev y los pro rusos en Donietsk y Lugansk y, en contra de éstos, los magnates de Dniepropetrovsk– pudiera provocar un caos y, a la postre, vacío de poder.

Lo que sí parece evidente es que el gobierno de Kiev no hubiera reanudado la ofensiva contra las milicias pro rusas sin recibir antes el pleno respaldo de su protector mayor, Estados Unidos, así como informes de inteligencia respecto a que Rusia, después de incorporar Crimea a su territorio, tendría ahora más pérdidas que beneficios de realizar una intervención militar en la parte oriental de Ucrania.

Por lo pronto, pese a las advertencias del Kremlin y derramada la sangre del otro lado de la frontera, el ejército ruso permanece en sus cuarteles.