El argumento de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) saca las manos de Petróleos Mexicanos (Pemex) es parte de una campaña y propaganda, porque en la propuesta de ley el secretario de Hacienda va a estar presente, además de en el consejo de administración de la paraestatal, en las subsidiarias y en las filiales, donde actualmente no estaba incorporado, aseguró Fluvio Ruiz, consejero profesional independiente de la petrolera mexicana.

‘‘Hay todo un discurso en torno a la autonomía presupuestal de Pemex que pudiera en principio entusiasmar, pero el hecho mismo de que la SHCP al final del día haya puesto en el título quinto bis de la Ley Federal de Responsabilidad Hacendaría que sea ella la que pueda ajustar el techo financiero y con ello evidentemente el presupuesto de Pemex, como paso previo a que el Congreso sea quien lo defina, habla de una autonomía restringida.

‘‘Ciertamente hay un avance, pero creo que la salida es que Pemex deje de ser factor de ajuste de las cuentas nacionales. Es una manera menos agobiante, pero persiste la naturaleza de la paraestatal como factor importante de ajuste de las finanzas públicas’’, agregó.

Después de una revisión preliminar del contenido de las leyes secundarias de la reforma energética, en entrevista con La Jornada Fluvio Ruiz explicó que, de aprobarse la propuesta, ahora por ley la SHCP estaría en toda la estructura de Pemex, por lo que entonces no hay tal retiro.

En el caso de la transparencia, apuntó, también hay un retroceso, porque lo que se dice ahí como regla general es que las decisiones del consejo (de administración) son públicas, pero podrían decidir a través del mismo consejo que no lo sean. Adicionalmente, los votos razonados de los consejeros profesionales desaparecen y ya no existe la posibilidad de que una minoría haga pública su posición. Además, el consejo administrador de la empresa puede declarar confidencial está decisión.

‘‘La transparencia se garantiza a la SHCP, porque va a estar en todo, pero no a la sociedad, a la que se le pueden ocultar cosas, al menos por un tiempo, porque el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) dictaminaría al final en favor de los ciudadanos que lo solicitaran, pero a través de un proceso. El comité de transparencia desaparece. Pero si de entrada la sociedad no se entera de la decisión oportunamente, entonces ¿cómo se solicita la información de algo que no se sabe cómo ocurrió?’’

Ruiz señaló que muchos elementos recuerdan la propuesta original de Felipe Calderón, sobre todo en la parte del gobierno o corporativos con la incorporación de consejeros parciales.

‘‘El hecho de proponer a consejeros de tiempo parcial lo único que significaría es que volveríamos a los tiempos en que el consejo de administración de Pemex simplemente avalaba las decisiones ya tomadas por las secretarías de Hacienda y de Energía. Es humanamente imposible, si se dedican de tiempo parcial, seguir con acuciosidad y profundidad los temas relevantes de Pemex.’’

Algo que parece relevante y que permea, dijo, es una actitud de total desconfianza del Estado hacia Petróleos Mexicanos. ‘‘Noto una actitud como si el Estado quisiera desprenderse de una herencia histórica’’.

También hay algunos elementos preocupantes, como todo lo que tiene que ver con la información sísmica, que ahora se concentra en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que se hace una especie de garante en ese terreno.

Pero el noveno transitorio, agrega, es particularmente delicado. En él se habla de que la información de campo procesada, interpretada e integrada de todos los yacimientos se debe entregar a la CNH, y no hay ninguna consideración sobre alguna retribución, porque esta interpretación y procesamiento de información no fueron gratuitos e implicaron en su momento una inversión importante en términos humanos y financieros.