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Presentó Dawn the simple sophistication of emotion, que realizó con Javier Limón

Saber qué hacer con la voz cuando no se improvisa, mi reto: Magos Herrera

Es un cedé de jazz por sus características armónicas, por la libertad en la interpretación y en la acústica, dice

Se une con el flamenco mediante temas de Mile Davis y Caetano Veloso, entre otros

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Son estándares de jazz de los años 20, 30 y 40, más temas mexicanos. Es un disco Magos-Limón, señaló Herrera, quien en la imagen aparece con el músico españolFoto Víctor Cucart
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de abril de 2014, p. 9

“Dawn the simple sophistication of emotion es un disco de jazz por sus características armónicas, por la libertad en la interpretación y en la acústica”, expresó ayer en conferencia de prensa la cantante mexicana Magos Herrera, quien estuvo acompañada del productor español Javier Limón, quien agregó: Digamos que le quitamos un poquito lo aburrido del jazz; eso de improvisar 80 minutos por solo, eso no está.

El binomio artístico presentó un cedé que une el jazz de vanguardia y el flamenco más minimalista, mediante temas de Miles Davis, Chet Baker, Caetano Veloso, Tom Jobin, Rosa Passos y Bill Evans.

Magos añadió que el cedé rebasa las definiciones por el tipo de repertorio. Son estándares de jazz de los 20, 30 y 40, más temas mexicanos. Es un disco Magos-Limón.

Es la voz de Magos y la guitarra flamenca de Limón. Este encuentro nació por una actuación en Nueva York, donde la intérprete mostró su técnica y control. Están ahora de gira internacional y se presentarán el 7 de mayo en Barcelona, el 12 en Madrid, 16 y 17 en París y el 20 en Londres, el 5 de junio en Nueva York, el 12 en el Auditorio Nacional del Distrito Federal y el 6 de julio en Montreal.

Guitarra y voz

Limón añadió que 90 por ciento del repertorio lo eligió Magos, quien dijo: “Esa fue la parte más retadora del proceso, sobre todo por la formación, porque es guitarra y voz. Es tanta la desnudez del asunto que tienen que ser muy buenas canciones. Por otro lado, debían ser temas que fueran con este formato y con la tesitura de la voz, porque una guitarra flamenca no es lo mismo que una de jazz. Tienen una profundidad distinta.

“En Nueva York surgió este proyecto e hicimos el primer concierto, la semana pasada. Es el ombligo del proyecto. La mayoría de los estándar fueron compuestos en los 20, los 30... y tienen letras que temáticamente no me encantan, de maltrato, de diferencia de géneros, y fue cosa de hallar piezas con las que me identificara. La estructura de 6/8 fue perfecta para los flamencos. Teníamos que cantar La llorona y La Martiniana, ¿por qué no?”

Limón: “El sencillo del disco, el video, Dawn, lo grabamos el último día, como quien no quiere la cosa”. Magos: “Cuando se escucha el disco completo suena a una cosa. Está un tema folclórico mexicano, del istmo, La Martiniana, que, ojo, está también en 6 por 8. En nuestro primer encuentro, Javier dijo que íbamos a hacer un disco tropical. Si se piensa de donde viene la música, de cómo cruza el Mediterráneo y se esparce, tiene sentido”.

Respecto de que le habían quitado lo aburrido al jazz, señaló que ha hecho muchos discos de esa música, en uno hay un solo de 12 minutos. Lo que dije de la improvisación era sólo irónicamente. En este caso, se trata del final de una noche, de un día, de un amanecer. No es que hallamos pensado en hacer este disco así. Realmente nos llama la atención que los músicos estén ahora vaciando más y estos estándar no nacieron como música de jazz, sino como canciones, y luego los jazzeros las utilizaron. Hemos intentado ir al paso anterior.

Profundidad de la interpretación

Magos: “Otra cosa: yo crecí, me eduqué, escuchando jazz y el tipo de formaciones son jazzísticas; sin embargo, para mí uno de los grandes retos de este disco fue saber qué hacer con la voz cuando no se improvisa, cómo cantar una canción no cantada. Billy Holiday nunca improvisó. Era una gran cantante y toda su gracia estaba en la profundidad de la interpretación. El jazz es, entre muchas otras cosas, improvisar, y es interpretación, textura. Los grandes discos de Miles Davis eran por sus recuros, con los cuales hacía grandiosidades. La exigencia con el escucha es sólo que goce, cada persona de acuerdo con sus posibilidades.

Este disco me regresó a la canción. Yo quería cantar grandes temas, porque las grandes voces del jazz, antes que nada, interpretan grandes temas, y después improvisan, lo cual va para todos los instrumentistas.

Sobre el gusto del jazz entre las nuevas generaciones, Limón explicó que Winton Marsalis le dijo que la mayoría del jazz era malo. Yo le respondí que si se queda con el jazz del hall de los hoteles, de los elevadores y de algunos clubes... entiendo que a los jóvenes les cueste trabajo, pero es una música compleja. No conozco a nadie que lo escuche y no le guste”.

Para Magos, el público mexicano es el mejor del mundo, por cálido. Es superleal y cariñoso.