Por primera vez en el país, agrupaciones sociales que prestan servicios financieros a comunidades de alta y muy alta marginación constituyeron el Sistema Integra (SI), con el cual esperan ampliar su capacidad actual de 70 mil personas atendidas –40 por ciento de ellas indígenas– y tener un activo de mil millones de pesos al finalizar el año.

Isabel Cruz Hernández, directora de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS), explicó que la constitución del SI es un parteaguas en las estrategias del financiamiento rural. Está basado en el ahorro de los más pobres, quienes constituyeron sus propias sociedades financieras comunitarias (Sofinco), y rompe con la visión dominante de las dos décadas anteriores.

La SI, explicó, nació con 10 Sofinco –pero se integrarán 11 más este año– y 47 sucursales, que al término de 2014 serán 109 por las nuevas instituciones y el crecimiento de las actuales. Esto era inimaginable e inentendible hace una década; aún hay quienes en el sector público e instancias de desarrollo no creen que los pobres puedan ahorrar ni construir instituciones financieras propias.

Las finanzas comunitarias son viables

Los dirigentes de las 10 Sofinco que integran la nueva agrupación financiera tienen 15 años de trabajo en las comunidades. Llegar a esto ha sido un gran esfuerzo y demuestra que las finanzas comunitarias son viables y la gente de escasos recursos puede acceder a servicios bancarios; muestra que con apoyo, paciencia y acceso a infraestructura, los pobres se pueden organizar y tener bases de ahorro locales que, compartidas en sistemas de redes, pueden crear alternativas duraderas que no dependen de crédito descendente ni de vaivenes políticos o de crisis económicas.

Al término de la asamblea constitutiva, que se llevó a cabo el pasado viernes en las instalaciones de AMUCSS, Cruz Hernández destacó que la construcción de sistemas financieros de base comunitaria alternativos contribuye a construir esquemas de ahorro que reducen la vulnerabilidad de los hogares rurales y otorga préstamos a los que necesitan y pueden recibirlo.

Es una fuente de orgullo tener más de 70 mil créditos otorgados exclusivamente con ahorro, sin contar con ningún centavo de la Financiera Rural (ahora Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero) ni de fideicomisos integrados en relación con la agricultura (FIRA). La constitución de la SI muestra que el desarrollo puede ser desde abajo y en alianza con el Estado y sus instituciones sin tener que mendigar. Esto se hizo de una manera profesional, coherente y con dignidad. Ayuda a construir instituciones de las comunidades rurales, que son activos que contribuyen a reducir la pobreza y hacen más digno el acceso a servicios financieros, porque ayudan a construir ciudadanía.

La directora de AMUCSS destacó que hay avances, pero también asentó que falta una ley de garantías no convencionales, porque los campesinos pobres no tienen garantías como lo requiere la ley que acaba de aprobarse. También deben introducirse mecanismos de calificación o de estándares sociales a las instituciones gubernamentales para que no se apoye indiscriminadamente a microfinancieras comerciales que están haciendo su negocio o a sociedades financieras de objetivo múltiple (Sofomes) de trasnacionales que aprovechan los recursos públicos. Hoy con un supuesto libre mercado no se diferencia y a veces lo que se está creando son sistemas de usura.