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Dan permiso de gracia al encarcelado líder nacionalista vasco por la muerte de su suegra

Arnaldo Otegi pasa una hora en casa con su familia, por primera vez en 4 años
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 7 de abril de 2014, p. 28

Madrid, 6 de abril.

Arnaldo Otegi, el líder más influyente de la izquierda nacionalista vasca, abandonó durante unas horas la prisión para visitar, por primera vez en cuatro años, su casa y pasar poco más de una hora con su familia. La justicia penitenciaria concedió la medida de gracia por la muerte de su suegra, a cuyo funeral no se le permitió asistir.

El dirigente vasco, de 55 años, fue detenido en octubre de 2009 con otros diez militantes de la izquierda independentista por el presunto delito de reconstruir el aparato político de la proscrita Batasuna. La Audiencia Nacional lo condenó en septiembre de 2011 a diez años de cárcel; meses después el Tribunal Supremo revisó la sanción y la bajó a seis años y medio. De cumplir íntegra la pena, saldrá en abril de 2016, en una sentencia que el Tribunal Constitucional se ha negado a rebajar o anular.

A pesar de su detención, Otegi ha participado desde prisión en la elaboración de la hoja de ruta del proceso de paz abierto en el histórico conflicto del País Vasco, en el que ha sido de vital importancia tanto el rechazo del uso de la violencia con fines políticos asumido por la izquierda nacionalista como la declaración de la organización separatista vasca ETA de noviembre de 2011, en la que decretó el cese definitivo de la lucha armada.

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Esta es la imagen que el líder abertzale Arnaldo Otegi subió en su cuenta de Twitter. De cumplir completa su condena, saldrá libre en abril de 2016Foto Tomada de Twitter

Otegi está en la prisión de Logroño, en La Rioja –a unas tres horas en coche de donde reside su familia–, desde 2009, a pesar de las reiteradas peticiones de sus abogados para que sea trasladado a la cárcel más próxima a su región de origen. Durante su reclusión, el líder abertzale (nacionalista) ha sido sometido a un régimen en el que le fue prohibida cualquier visita ajena a su familia y a sus abogados, sobre todo a raíz del interés de personalidades europeas y latinoamericanas por conocer su situación. Así ocurrió con un grupo de eurodiputados alemanes, a los que se prohibió la visita una vez en el país, entre otros rechazos.

Ante la muerte de la madre de su esposa, Otegi solicitó un permiso para asistir al funeral –como establece la legislación española–, pero no se lo autorizaron del todo, una vez que el viernes pasado, un día después del deceso, fue trasladado a la prisión de Zaballa, en Álava, y ahí permaneció encerrado al menos hasta hoy, cuando se le autorizó una visita de una hora y 20 minutos a su domicilio en Elgoibar, en la provincia de Guipúzcoa. Él mismo dio a conocer la noticia de su presencia en su casa en su cuenta en Twitter: Una hora en casa después de cuatro años. El dirigente vasco estuvo todo el tiempo custodiado y vigilado por tres policías españoles.