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Reforman hoy los diputados la Ley de Cultura Física y Deporte

Prevén hasta dos años de cárcel por violencia en los estadios

El problema se debe a la falta de controles de los dueños de equipos: PRD

 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de marzo de 2014, p. a15

La Cámara de Diputados modificará hoy la Ley de Cultura Física y Deporte que penalizaría la violencia en los estadios y centros de espectáculo, con sanciones de cárcel de seis meses a dos años, y creará una lista de aficionados que serían vetados de por vida para asistir a cualquier centro de recreación masiva.

Los promotores de la iniciativa, Felipe Muñoz y el comentarista de Televisa Gerardo Liceaga, impulsaron una adenda (apéndice) en la que se establecen cuatro tipos penales como los arriba indicados, aplicables a los fanáticos rijosos.

Miguel Alonso Raya, vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD, quien ayer encabezó la Junta de Coordinación Política, expuso que la reforma al citado ordenamiento es resultado de la presión mediática ejercida desde las televisoras, radiodifusoras y medios impresos de carácter deportivo.

Refirió que de aprobarse el cambio a la legislación se provocaría una contradicción entre el Código Penal Federal y los códigos penales de los estados.

El problema “no se resolverá elevando las penas de cárcel. Gran parte de la resolución tiene que ver con la responsabilidad de los dueños de los clubes de futbol, quienes tienen la obligación de aplicar controles, porque el problema se encuentra principalmente en el aliento a las barras de animación.

Esto se solucionará en la medida en que la autoridad imponga a los dueños de los equipos medidas de control que se cumplan de manera efectiva.

La iniciativa fue presentada hace escasamente un mes por el ex presidente del Comité Olímpico Mexicano Felipe Tibio Muñoz y su correligionario Liceaga, ambos representantes del PRI.

Desde entonces se criticó el contenido de su propuesta por endurecer el castigo a los aficionados que incurrieran en hechos de violencia. Vagamente se enuncia en el texto la responsabilidad de los propietarios de los equipos de futbol para impedir la formación de las llamadas barras de animación.

En su totalidad, los aficionados que las integran reciben los boletos de acceso a los estadios de forma gratuita, y en algunos casos los líderes de las barras perciben ingresos regulares de los equipo de futbol.