Miles de integrantes de la comunidad universitaria exigieron a quienes indebidamente mantienen tomado el auditorio Che Guevara devolverlo de inmediato a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Manifestaron que la solución al conflicto relacionado con ese recinto –ocupado por diversos colectivos desde septiembre de 2000, siete meses después del rompimiento de la huelga estudiantil de 1999-2000– compete a todos los universitarios.

Son 39 mil 159 personas –entre estudiantes, trabajadores y académicos– de 17 facultades, cinco escuelas, 20 institutos, 13 centros y nueve planteles de bachillerato, así como integrantes de dependencias administrativas de la máxima casa de estudios las que se adhirieron al pronunciamiento del consejo técnico de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la casa de estudios difundido hace casi dos semanas, en el que se demanda que quienes actualmente ocupan el espacio lo liberen de inmediato.

El pasado día 13, los 28 consejos técnicos de todas las escuelas, facultades y áreas de investigación de la universidad dieron su apoyo a ese escrito.

El reciente conflicto por el control del auditorio Justo Sierra –renombrado Che Guevara por los estudiantes del movimiento de 1968, que es como actualmente lo conoce la mayoría de los universitarios– empezó hace tres meses. El pasado 19 de diciembre, un grupo autodenominado anarquista u okupa ingresó por la fuerza al foro para desalojar a los integrantes de los colectivos estudiantiles y sociales que mantuvieron tomado el recinto durante los últimos cuatro años.

Pero el lunes 3 de marzo, jóvenes con el rostro cubierto –según versiones ligados a los grupos expulsados en diciembre– actuaron de manera similar y volvieron a ocupar el foro. Sin embargo, horas más tarde retornaron los anarquistas y, tras un enfrentamiento entre ambas partes, se quedaron una vez más con el control del mismo. Cabe señalar que no cualquier persona puede ingresar al espacio, pues sólo se permite el acceso a quienes acrediten cierta afinidad con quienes mantienen la ocupación, por lo que la mayoría de los universitarios no se animan a acercarse.

Frente a tal situación, las más de 39 mil personas que firmaron el pronunciamiento manifestaron su certeza de que la restitución de las funciones inherentes al auditorio concierne a todos los integrantes de la UNAM. Y al mismo tiempo expresaron un enérgico rechazo a todo acto de violencia.

En el documento dirigido a la comunidad universitaria y a la opinión pública, recuerdan que el recinto ha sido un espacio académico, cultural, de análisis y debate de los asuntos que interesan al país, de primordial importancia en la historia de nuestra casa de estudios, y debe volver a serlo.

Por medio de asambleas de sus diferentes colegios, la comunidad estudiantil de la FFL se ha pronunciado por que la gestión de ese auditorio sea tripartita (maestros, alumnos y trabajadores), no se use para actividades lucrativas, no se consuman enervantes en su interior ni se use como dormitorio.

Estos planteamientos han sido rechazados por el grupo okupa, que el jueves pasado realizó un mitin en la explanada de Rectoría, en el que participaron cuatro decenas de personas.