Espectáculos
Ver día anteriorLunes 24 de marzo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Babasónicos, Illya Kuryaki, Fobia y Los Amigos Invisibles en la jornada musical

Cumbre Tajín, marco para el intercambio México-Quebec

Artistas indígenas participan en la instalación presentada en el parque temático Takilhsukut

El arte, sentimiento común que reúne a cazadores, chamanes y guerreros, dice el curador

Foto
Una de las piezas de Instalaciones: Integración del Paisaje/Land Art.Foto Roberto García Rivas
Foto
El grupo argentino Babasónicos, que logró prender la noche en la Cumbre TajínFoto Roberto García Rivas
Enviado
Periódico La Jornada
Lunes 24 de marzo de 2014, p. a12

Tlacotalpan, Ver., 23 de marzo.

Instalaciones: Integración del Paisaje/Land Art, es el título del intercambió artístico entre Quebec-México, donde varios artistas visuales indígenas contribuyeron a su trabajo creativo, relacionado con la naturaleza y su cultura. Estos siete artistas realizan intervenciones, ambientaciones e instalaciones en el parque temático Takilhsukut, las cuales son mostradas al público en esta decimoquinta edición de la Cumbre Tajín.

La exposición fue curada por el artista canadiense Guy Sioui Durand, quien menciona en un recorrido por las siete instalaciones: Del Ártico a la Antártida, un sentimiento común del territorio que nos reúne desde siempre a cazadores, chamanes y guerreros es el arte, nosotros somos los portadores de obras, tanto de las que nos reúnen, como de las que nos distinguen. La dinámica de identidad/alteralidad colectiva originaria ha quedado viva. Obramos, estilizamos, damos ritmo a nuestras ricas culturas de una misma civilización.

Los artistas participantes en Instalaciones: Integración del Paisaje/Land Art fueron los canadienses Sophie Kurtness, Nadia Myre y Sonia Robertson y los mexicanos Santiago Sarmiento, Guillermina Ortega, Juan Tiburcio y Neri del Carmen Escalante Salazar.

Siguiendo con su explicación Sioui Durand –preguntando y respondiendo– mencionó: “Del norte al sur de América ¿no somos los pueblos de los mayas, canoas y piraguas? ¿No somos los pueblos del maíz y de la papa? ¿No somos los pueblos de la cosmogonía mitológica y cíclica del Sol y de la Luna, así como no le hemos concedido una gran importancia al espíritu de los animales y de la Madre Tierra? ¿No somos los pueblos de las grandes fiestas globales como los potlahs, los makushams, los festines del Unondaruri y las fiesta de la comovisión totonaca?

Claro que sí, junto con los inuit de Nunavik, que frecuento en Quebec; los indígenas mapuches, que conocí en el archipiélago de Chile; los indios guaraníes de Belo Horizonte, en Brasil; los tzotziles que vi pasar por Teotihuacán y ahora con los totonacas y los mixtecos, con los que estoy conviviendo en El Tajín, vivo este entusiasmo a través del arte.

Específicamente de las piezas instaladas en el parque Takilhsukut el también sociólogo y crítico de arte mencionó que el hilo conductor, además de ser obras creadas ex profeso en este intercambio, es que marcan el problema de transmitir esta herencia del conocimiento indígena, están inspirados en toda la tradición de cada uno de sus pueblos y nos llevan a esta reflexión, donde actualmente hay fuerzas contradictorias y las dificultades para transmitir esta herencia/conocimiento de sus ancestros.

La muestra Intervenciones en el Paisaje/Land Art, en el Parque Temático Takilhsukut fue posible por el apoyo del Consejo De las Artes de Canadá, la Fundación Diane Robertson y el Pekuakamiulnuatsh Takuhifkann canadiense.

La floja parte musical

En la jornada musical la noche fue coronada por el alto octanaje energético que le imprimieron los argentinos de Babasónicos, quienes descendieron a la Ciudad del Trueno con parte de los más granado de su discografía, con lo que llevaron al público a un nivel satisfactorio.

Claro que sus paisanos Illya Kuryaki and the Valderramas tuvieron algo que ver con el festivo ánimo causado, pues con su característico sonido dejaron calientito al público para el desahogue del baile.

Los que sí dejaron mucho que desear fueron los de Fobia, su presentación fue un fastidioso hartazgo con las canciones de todo el tiempo, con sonido hueco y mal ecualizado; aparte, sus canciones nuevas remitían a anuncios de frituras más que a rocanrol.

Los que tampoco tuvieron un desempeño óptimo fueron Los Amigos Invisibles, quienes corrieron una suerte parecidaa la de Fobia, pero aún más desagradable y antiestética.

Por su parte los jóvenes de Fúnker encargados de abrir las hostilidades del Nicho de la Música, le imprimieron muchas ganas pero no pasaron de esa franja.