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EU patrocina golpe en Ucrania, acusa Putin

La anexión de Crimea a Rusia, cuestión de días
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Serguei Aksionov, premier de Crimea; Vladimir Konstantinov, presidente del Consejo de Estado; el presidente ruso, Vladimir Putin, y Aleksei Chaly, alcalde de Sebastopol, ayer en la sala de San Jorge, en el Kremlin, luego de firmar el acuerdo intergubernamental para la anexión de la península a la Federación RusaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de marzo de 2014, p. 23

Moscú, 18 de marzo.

Para el Kremlin, Crimea ya forma parte de la Federación Rusa, a reserva de que esta misma semana se cumpla la formalidad legal de que la Corte Constitucional y el Parlamento rusos ratifiquen el acuerdo intergubernamental firmado este martes.

Una vez decidido por el presidente Vladimir Putin –desde el cierre de las casillas en el referendo del domingo anterior, en que los habitantes de la península votaron de modo abrumador en favor de separarse de Ucrania–, el procedimiento de anexión de Crimea se puso en marcha hoy de manera acelerada y se llevará apenas unos días, en lugar del mes que estimaban, como mínimo, los expertos en derecho consultados por la prensa rusa.

De manera sorprendente, por la celeridad con que se hizo: 40 horas después del referendo, al término del mensaje a la nación que dirigió el presidente Vladimir Putin para exponer sus razones para aceptar la solicitud de Crimea de adherirse a Rusia, en la misma sala de San Jorge del Kremlin se procedió a la firma del correspondiente documento, con los atributos de solemnidad que la ocasión requería.

Suscribieron el acuerdo, redactado esta mañana, Putin por Rusia y Vladimir Konstantinov y Serguei Aksionov, presidente del Consejo de Estado y primer ministro, respectivamente, por Crimea, y Aleksei Chaly, encargado de la alcaldía, por Sebastopol.

De tal modo, dando por supuesto que no habrá ningún problema para concluir el procedimiento de anexión, la Federación Rusa tiene ahora 85 entidades al sumar la República de Crimea y Sebastopol, ciudad con estatus especial por ser sede de la base de la Flota del Mar Negro.

En su discurso de casi una hora, interrumpido varias veces por prolongadas ovaciones, el presidente ruso no presentó una hoja de ruta para incorporar estas dos nuevas entidades, sino expuso sus argumentos para justificar un hecho consumado que, minutos más tarde, se concretaría con la firma del acuerdo intergubernamental.

Putin se esforzó por dejar la impresión de que el caso de Crimea es especial y no estaba anunciando el comienzo de la recuperación de todos los territorios con minorías de origen ruso que hay en el espacio postsoviético y, en particular, aseguró que no alberga planes para absorber las regiones ucranias del sur y el este.

Ucrania será siempre un pueblo y un Estado fraternales para Rusia. Tenemos interés en mantener una política de buena vecindad con Ucrania, en particular con sus regiones con población rusohablante, indicó al comenzar su intervención.

Tras hacer un recuento de la historia desde que los zares conquistaron la península, Putin dijo que Crimea en nuestros corazones, siempre ha sido tierra rusa, insistió en que así lo entienden sus habitantes y la mayoría de los rusos que se sintieron despojados cuando quedó bajo jurisdicción de Ucrania en 1954, aunque reconoció que entonces era una mera formalidad al existir un solo país, la Unión Soviética.

Pero al disolverse ésta, millones de personas despertaron en otro país y todos creyeron que podrían convivir en paz, pero esa esperanza se desvaneció por los distintos gobiernos ucranios que sólo se dedicaron a saquear el país, sin importarles la gente, que se ve forzada a ir a trabajar a otros países para mantener a sus familias.

Subrayó que los habitantes de la península expresaron con claridad que quieren formar parte de Rusia y que desatender su petición de ayuda hubiera sido una traición.

No eludió el tema de los tártaros, minoría de 13 por ciento que no apoya la adhesión a Rusia, y se comprometió a devolver sus derechos y rehabilitar a este pueblo que en el pasado ha sufrido persecución injustamente, en alusión a su deportación por órdenes de Iosif Stalin. Como gesto hacia ellos, anunció que Crimea va a tener tres idiomas oficiales: el ruso, el ucranio y el tártaro.

Putin también dedicó la mitad de su discurso a invocar razones geopolíticas al sostener que Rusia como participante activo e independiente en el ámbito internacional, tiene intereses nacionales que hay que tomar en cuenta y respetar.

Arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea, a los que atribuye patrocinar el golpe de Estado en Ucrania, donde había unos límites que sobrepasaron de manera irresponsable, poco profesional, al respaldar a un Ejecutivo ilegítimo que no controla nada y más bien es controlado por radicales neonazis y antisemitas, aseveró.

Continuó: Nuestros socios occidentales encabezados por Estados Unidos dicen que violamos el derecho internacional, ¡qué bueno que se acordaron que existe ese derecho! porque ellos prefieren guiarse en política internacional por el derecho del más fuerte, creen que solo ellos pueden tener la razón. En todos lados utilizan la fuerza contra países independientes, hacen que las instituciones internacionales aprueben las resoluciones que necesitan o simplemente las ignoran, como lo hicieron en Yugoslavia.

Habló asimismo de Afganistán, Irán y de la clara violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia, en donde el acuerdo de establecer una zona de prohibición de vuelos se interpretó en Washington como luz verde para bombardear y derrocar el gobierno.

Y como era previsible, se refirió al caso de Kosovo, desgajado de Serbia, para condenar el cinismo de Occidente que provoca conflictos en otros países por convenir a sus intereses.

Por eso, recordó, calificaron la separación de Kosovo de legítima y dijeron que no hace falta que el otro país (Serbia) esté de acuerdo, y mencionó que la secesión de Crimea se basó en la Carta de Naciones Unidas de la misma manera que hizo Ucrania al salir de la Unión Soviética.

Después de la ceremonia de firma, Putin y los dirigentes de Crimea se trasladaron a la Plaza Roja, donde decenas de miles de personas se congregaron para festejar la incorporación de la península a Rusia con un mitin de breves discursos, seguido de un concierto con cantantes y grupos de moda.

El gobierno de Kiev, consciente de que no puede enfrentarse a Rusia en el terreno militar, calificó la firma del acuerdo en Moscú de juego sucio para arrebatar la República Autónoma de Crimea, que forma parte de un país independiente, según Aleksandr Turchinov, el presidente en funciones de Ucrania.

El primer ministro ucranio, Arseni Yatseniuk, culpó a Rusia de convertir Crimea de problema político en militar, después de que hoy murió un soldado y un oficial quedó herido en el cuello tras un intento de asalto, de hombres armados sin distintivos, de una dependencia del ejército ucranio en Simferopol.

El gobierno ucranio autorizó usar las armas a sus militares en Crimea para repeler eventuales ataques, dado que no se respetó la tregua que se había declarado hasta el viernes 21 de marzo, casualmente el día que la incorporación de Crimea y Sebastopol a Rusia, tras su ratificación parlamentaria, podría quedar lista para que Putin promulgue su entrada en vigor.