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Inicia la Filarmónica de San Petersburgo festejos por los 80 años del Palacio de Bellas Artes

Las orquestas se mimetizan; nosotros conservamos la tradición: Temirkanov

La televisión y las nuevas tecnologías, afirma, provocan que la gente no se preocupe por cultivarse

En Rusia, responde, vivimos con la sensación de que nos abrieron la puerta de la cárcel

 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de marzo de 2014, p. 3

El oficio de director de orquesta no es propio para las mujeres, arriesga el legendario músico ruso Yuri Temirkanov (1938), quien se encuentra en México para ofrecer dos conciertos al frente de la Filarmónica de San Petersburgo como parte de las celebraciones por el 80 aniversario del Palacio de Bellas Artes.

He dicho ya en una entrevista que una mujer no puede ser directora de orquesta. Cada quien puede tener su propia opinión. La mía es que por cuestiones fisiológicas éste no puede ser un oficio para las mujeres, explicó en conferencia de prensa.

También pienso que el boxeo no es para ellas o, por ejemplo, que levanten algo pesado. Según mi opinión, son cosas que las mujeres no pueden ni deben hacer. Aunque realmente si una quiere llegar y prepararse para dirigir una orquesta, sí puede hacerlo.

–¿Es consciente que su posición en ese sentido es muy polémica, verdad?

–¿Podría yo estar enojado porque las mujeres pueden embarazarse y tener hijos y yo no? Pues es lo mismo. La naturaleza es la que también nos determina, nos hizo a unas mujeres y a otros hombres.

Titular desde hace 25 años de la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo (la más antigua de Rusia, fundada en 1882) y director general del célebre Teatro Mariinsky de 1977 a 1988, Yuri Temirkanov asumió que es un poco conservador en aspectos como el mencionado, al igual que en la pintura.

En la música también soy un poco reaccionario, porque no toco la mala, especificó el maestro.

Vertiente olvidada

Yuri Temirkanov consideró que dentro de la música contemporánea hay una vertiente que se ha olvidado y alejado de las emociones.

Si está dirigida sólo a la mente, no es música. Su sentido es hablar con uno, con el corazón. Siempre debe llegar primero al corazón y después subir al cerebro, agregó.

Los conciertos que la Filarmónica de San Petersburgo ofrecerá en Bellas Artes, este sábado y mañana domingo, a las 19 y 17 horas, de forma respectiva, tendrán diferente programa.

El primero estará integrado por cuadros musicales de la ópera La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh y la doncella Fevronia, de Nikolai Rimky-Korsakov, así como el primer concierto para piano y la cuarta sinfonía de Piotr Ilich Chaikovsky. Este programa contará con la participación del pianista Denis Kozhukhin como solista.

El del domingo constará de la obertura de la ópera El barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini; el concierto número dos para violín de Serguéi Prokofiev y la segunda sinfonía de Serguéi Rachmaninov. En éste, la solista será la violinista Sayaka Shoji.

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El legendario director de orquesta ruso Yuri Temirkanov y la violinista japonesa Sayaka Shoji, ayer, en el Palacio de Bellas ArtesFoto María Luisa Severiano

Es natural que si somos una orquesta rusa, la gente quiera escuchar música rusa, señaló Yuri Temirkanov a propósito de los criterios para integrar ambos programas.

Pienso que al escuchar a la orquesta podrán darse cuenta de su sonido. Ustedes saben que el mundo es cada vez más pequeño y las orquestas cada vez se parecen más entre sí. Nosotros tratamos de conservar las tradiciones para mantener nuestra cara, nuestra personalidad.

–¿Hasta dónde ha afectado la personalidad de la orquesta la caída del bloque soviético y la apertura de Rusia el mundo capitalista?

–Ha pasado muy poco tiempo desde la apertura y poco a poco estamos tomando ese curso totalmente, no sólo como orquesta, sino como país.

“En primer lugar, hoy podemos tocar cualquier obra que queramos y, por otro lado, hacer giras en cualquier parte del mundo, lo que antes era impensable.

“Eso, por tanto, cambia a las personas y a sus actitudes. Ahora estamos abiertos, libres. Todos los cambios políticos, en cualquier país, afectan todos los ámbitos. No sólo hablo de los músicos, sino de todos los que vivimos en Rusia.

Puedo hacer una comparación: es como si uno está en la cárcel y de repente le abren la puerta y está libre. Ésa es la sensación que la gente tiene ahora. Incluso, siento que la orquesta está tocando mucho mejor en este contexto político y libre.

Globalización vs identidad

De acuerdo con Yuri Temirkanov, el de la globalización es un fenómeno que afecta de manera negativa al arte musical, precisamente por la pérdida de identidad que provoca.

Tras pedir a un camarógrafo de televisión que apagara su reflector, porque, según dijo en son de broma, se sentía en la época de los interrogatorios del KGB, Yuri Temirkanov sostuvo que la misión de las orquestas, los directores, los compositores, los músicos y artistas en general es luchar por preservar la cultura.

Estamos tratando de hacer un esfuerzo inhumano para conservar todo lo que es la cultura, porque todo lo que es la televisión y las tecnologías modernas provocan que la gente lea menos y no se preocupe por cultivarse, sostuvo.

Analizando la televisión, no aportan nada al espectador desde el punto de vista cultural. Es muy preocupante que los jóvenes piensen que la cultura es lo que ven a través de esos medios. Por eso nuestro esfuerzo y nuestra lucha es demostrar qué es la verdadera cultura y, en nuestro caso específico, la verdadera música.