La Comisión Nacional del Agua (Conagua) empezará en los próximos días estudios de geotecnia para analizar el tipo de suelo en el ex lago de Texcoco, uno de los dos sitios considerados por el gobierno federal para construir el aeropuerto alterno de la ciudad de México.

Con una inversión de 70 millones de pesos, el organismo hará el estudio para el monitoreo de los hundimientos de la zona metropolitana del valle de México, cuya manifestación de impacto ambiental (MIA) fue aprobada hace unos días por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). El otro lugar que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha mencionado para edificar la terminal aérea es el Bordo Poniente, donde se encuentra un relleno sanitario.

La MIA presentada ante la Semarnat el pasado 20 de enero, y autorizada el 25 de febrero por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira), no señala el objetivo por el que se realizan las pruebas; sólo detalla que se construirán cinco terraplenes y se harán perforaciones para realizar sondeos en el subsuelo.

En la Conagua se informó que se hace el monitoreo para que el gobierno federal y las autoridades locales de la zona conurbada cuenten con información para definir políticas públicas y proveer a arquitectos e inversionistas inmobiliarios, entre otros, de información confiable sobre el tema, a fin de que tomen decisiones atinadas sobre la mejor ubicación de una edificación y definan los criterios de diseño.

De acuerdo con información de la SCT divulgada en diciembre pasado, las obras de terminales y pistas aéreas se harán en terrenos federales, en el costado oriente del aeropuerto, donde hay una reserva territorial de entre 2 mil 500 y 5 mil hectáreas. En ese momento se informó que la construcción podría comenzar este año y se llevaría entre 10 y 12 años.

Cinco terraplenes

El estudio que realizará la Conagua durará 13 meses; contempla la construcción de cinco terraplenes (planos de apoyo para hacer una obra) en los que se apoyarán perforadoras para hacer diversos tipos de sondeos en 3 mil 600 metros cuadrados. La MIA precisa que no se requerirá ningún trabajo posterior de remediación, ya que la obra no se abandonará.

El proyecto se ubica en el límite sur con San Salvador Atenco, al norte con Texcoco dentro de la zona federal del ex lago de Texcoco. La construcción de terraplenes se realizará en 11.49 hectáreas de terrenos federales localizadas en los municipios de Atenco y Texcoco. La MIA argumenta que el sitio se eligió por las características lacustres que guarda el suelo en esta zona, lo que permitirá obtener resultados de resistencia en cada tramo. No se consideró para la realización del proyecto algún otro sitio alterno.

Además de los sondeos en el subsuelo, se harán pruebas en los pavimentos de los terraplenes para evaluar la fricción de sus capas superficiales e inventariar las grietas, y se caracterizará el comportamiento de cada tramo.