Las visiones de los empresarios que tienen concesionado el transporte por ferrocarril y de representantes del gobierno federal se confrontaron en torno a la reforma del servicio ferroviario. Durante un foro organizado por las comisiones del Senado que dictaminan esa minuta, los propietarios de las empresas ferroviarias descalificaron la reforma y advirtieron que hay resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que impiden modificar unilateralmente las concesiones.

El subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Almada, sostuvo que el propósito fundamental de la reforma es que el sistema ferroviario opere como un todo, sin costuras.

Abundó ante los empresarios que nuestra convicción es que el sistema ferroviario debe verse como una unidad, que conviva, aproveche, compita con otros modos de trasporte y que con una visión de largo lazo prevea un gran impulso a la interconexión y la multimodalidad para aprovechar las ventajas geográficas que tenemos como país y reducir sosteniblemente el costo logístico en el mediano plazo.

Almada enlistó algunos elementos que, dijo, podrían considerarse una posible mejora en el sistema: se requiere asegurar la interconexión, derecho de paso y arrastre, entre concesionarios, para lo que conviene revisar el marco de las atribuciones de la autoridad; publicar los rangos de tarifas y sus reglas de operación y señalar cruces a nivel con participación de gasto público e inversión privada, entre otros.

Ignacio Navarro, de la Comisión de Competencia Económica, pidió a los legisladores ir adelante con la reforma, ya que fortalece el esquema de competencia , contiene las herramientas para prevenir abusos de mercado y mejorará el desempeño del sector.

Ahí, frente a los concesionarios, sostuvo: la historia es clara en el sentido de que el contexto regulatorio ha resultado difícil de aplicar y que los problemas han tenido consecuencias negativas sobre la competencia.

Esteban Romero, de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, refirió que el sistema hoy presenta ciertas problemáticas: que de la red concesionada sólo 3 por ciento dispone de doble vía; que la red no permite operar trenes de doble estiba en algunos tramos muy relevantes; la falta de libramientos en zonas urbanas provoca que la velocidad promedio se reduzca a la mitad y que sea 30 kilómetros por hora”. Vicente Corta, ex vocal ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario y ahora asesor legal de los empresarios, insistió en que las concesiones no se pueden modificar unilateralmente.