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Era el jugador favorito de la reina Isabel II

Se fue Gracida, el polista mexicano más destacado
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de febrero de 2014, p. a14

Palm Beach, Florida, 26 de febrero.

Carlos Gracida, quien murió el pasado martes a los 53 años al caer de un caballo durante un partido de polo, era considerado la máxima figura de esta disciplina en México. Inclusive en una ocasión la reina Isabel II de Inglaterra lo consideró su jugador favorito de este deporte.

Integrante de una familia dedicada al polo, Gracida fue el primer jugador en la historia en ganar tres veces el Grand Slam de la disciplina (1987, 1988 y 1994), además de conquistar 10 títulos del Abierto Británico, nueve del de Estados Unidos y cinco del argentino, el único extranjero que lo ha conseguido, además de ser considerado jugador del año en cinco ocasiones.

Fue de los pocos deportistas en la historia que llegó a tener la puntuación máxima, 10 goles de handicap, lo que también logró su hermano Guillermo. Su padre, también de nombre Guillermo, es considerado una de las leyendas del polo. Su primo Roberto González Gracida está considerado entre los mejores jugadores del país.

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Carlos Gracida ganó tres veces el Grand Slam de polo (1987, 1988 y 1994) y fue considerado jugador del año en cinco ocasiones. En 2012 fue ingresado al Salón de la FamaFoto Jam Media

Como entrenador y como maestro de este deporte, Carlos entrenó a personalidades como los príncipes británicos Guillermo y Enrique, así como a actores como Sylvester Stallone.

Carlos Gracida (DF, 5 de septiembre de 1960) se mantenía activo a los 53 años, en uno de los casos de mayor longevidad entre los deportistas de alto rendimiento de la historia en México, donde su deporte no goza de popularidad, pese a ganar la medalla olímpica de bronce en París 1900.

Exaltado al salón de la fama en 2012, el jugador, que formó parte de los prestigiosos equipos Ellerstina y La Espadaña, al morir pertenecía al club Santa Clara, de La Florida, Estados Unidos.

La Conade y el Comité Olímpico Mexicano lamentaron el fallecimiento. Heredero de una tradición en el polo, sus cualidades, así como dedicación y entusiasmo por el deporte de sus amores, lo llevaron a convertirse en una de las máximas figuras históricas en esta disciplina, señaló la Conade.