Madrid, 23 de febrero.

Tres de los seis mediadores de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que supervisaron el sellado y la inutilización de parte del arsenal de la organización separatista vasca ETA comparecieron hoy como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, quien los citó a petición de la fiscalía y de los colectivos de víctimas de la violencia etarra.

Los expertos respondieron a las preguntas del juez en un clima de linchamiento en su contra del gobierno conservador de Mariano Rajoy, y del Partido Popular (PP), que los acusaron de trabajar para ETA.

El viernes pasado los mediadores internacionales leyeron un comunicado y presentaron un video como prueba de la inutilización de parte de las armas del grupo armado, así como el sellado de algunos zulos donde almacena explosivos, hecho que fue aplaudido por la mayoría de los agentes sociales y políticos del País Vasco.

La CIV está integrada por seis expertos en conflictos; entre los tres que testificaron se encuentran: Ram Manikkalingam, de Sri Lanka; Ronnie Kasrils, de Sudáfrica, y Chris Maccabe, de Gran Bretaña.

Es tiempo de sellar las armas y ponerlas fuera de uso. ETA ha expresado su compromiso unilateral, estamos aquí para ayudar a que esto se lleve a cabo en interés, no sólo de todas las personas que viven en el País Vasco, sino también del resto de España, expresaron los mediadores a las puertas de la Audiencia Nacional.

A pesar de que la CIV se integró a petición de los propios agentes vascos que luchan por la resolución del conflicto, desde el gobierno español y el PP han sido criticados, hasta el punto que en el momento en el que testificaban, el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, los acusó de trabajar para ETA.

El diputado de Amaiur en el Congreso, Jon Iñarritu, respondió que es ridículo que tengan que declarar ante la justicia.

De hecho, de la Audiencia Nacional salió una filtración en la que se aseguró que ETA estableció un compromiso verbal con la CIV de que las armas inutilizadas no se volverían a usar, pero una vez grabadas en el video las recogieron, las metieron en una caja y se las llevaron de nuevo.