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Cumbre del TLCAN

Washington se compromete a disminuir flujo de armas al sur

Peña, Obama y Harper acuerdan luchar juntos contra el narcotráfico
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El primer mandtario, Enrique Peña Nieto, acompañado de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, y Stephen Harper, primer ministro de Canadá, posan para la fotografía oficial de la Cumbre de Líderes de América del Norte en el Cosmovitral Jardín Botánico de Toluca, capital del estado de México, sede de la reuniónFoto Presidencia
Enviadas y corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 20 de febrero de 2014, p. 4

Toluca, Mex., 19 de febrero.

Complacidos por los resultados de 20 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y decididos a quitar los obstáculos para lograr la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama, así como el primer ministro Stephen Harper, formularon compromisos para apoyarse en el combate al narcotráfico, la inseguridad, el lavado de dinero y otras nuevas amenazas para la región.

Así, la seguridad de México, Estados Unidos y Canadá quedó como tema central al término de la reunión cumbre. El jefe de la Casa Blanca resaltó el enorme sacrificio de las fuerzas de seguridad y de los mexicanos por enfrentar a los narcotraficantes y delincuentes. Y ofreció: En Estados Unidos seguimos estando comprometidos con la reducción de la demanda de drogas ilegales y seguiremos con esfuerzos sin precedente para combatir el flujo hacia el sur de armas y dinero ilegales.

A su vez, el premier canadiense se mostró preocupado por el reto mayor y los riesgos que implican el incremento del flujo de personas, datos y mercancías.

El presidente Peña enfatizó los acuerdos logrados para privilegiar el intercambio de información y la coordinación entre las procuradurías de justicia y el reforzamiento de las medidas contra el lavado de dinero y los flujos financieros ilícitos.

Pero en otros asuntos, las conversaciones de los tres líderes de la región más competitiva del mundo fueron totalmente pasadas por alto, o apenas mencionadas.

En el primer caso quedó el espionaje del gobierno de Estados Unidos contra su par de México y el entonces candidato Enrique Peña Nieto, y en el segundo, la reforma migratoria en Estados Unidos sólo recibió la mención de Obama de que constituye una de sus preocupaciones prioritarias, mientras que la víspera Canadá rechazó eliminar las visas que exige desde 2009 a los mexicanos.

La llamada Cumbre de Líderes de América del Norte resultó en un franco apoyo de Obama y Harper a las reformas estructurales. El estadunidense previó para México una posición de mayor competitividad con los cambios constitucionales, si bien recordó que están pendientes algunos temas para su aplicación, y el canadiense no se limitó en elogios. Desde que existe el TLCAN, dijo, este país ha ido convirtiéndose en una potencia mundial, y esto se ha mejorado y acelerado tras la toma del poder del presidente Peña Nieto.

Otro punto ineludible en esta cita fueron las diferencias entre Canadá y Estados Unidos por la construcción del gasoducto DXL. Obama admitió que su gobierno aún no tiene una definición final sobre la obra, porque tendrá un impacto previsible sobre los gases de efecto invernadero y consecuencias para empresas, empleos, familias y seguridad.

El tema fue abordado en el encuentro bilateral de ambos este día. Harper insistió en apoyar el proyecto, porque es un instrumento de gran valor para los inversionistas y tendrá efectos muy favorables para la economía canadiense.

Acerca del TPP, mientras Peña Nieto y Barack Obama se pronunciaron por, dijo éste, mostrarnos como paladines del libre comercio y llevar un frente común a las negociaciones, Harper dijo estar de acuerdo con la alianza global, pero nosotros solamente firmaremos cuando estemos convencidos de que será bueno para los intereses de Canadá.

Asimismo, en el encuentro bilateral México-Estados Unidos se evaluaron los avances en el intercambio de funcionarios de alto nivel para los temas de la agenda común; se trazaron líneas para la construcción y financiamiento de proyectos estratégicos y se habló de acciones para incrementar a 100 mil el número de estudiantes mexicanos en aquel país y de 50 mil estadunidenses en intercambio académico. Se revisó, además, la agenda de seguridad.

El presidente Peña Nieto detalló que en el encuentro trinacional se acordó desarrollar un plan de transporte de América del Norte, simplificar y armonizar los procedimientos y requisitos aduaneros, y facilitar el tránsito de personas mediante el programa de viajeros confiables.

Finalmente, los tres países dijeron haber reafirmado su compromiso de apoyar y cooperar con la región de Centroamérica y el Caribe para promover su desarrollo, su crecimiento económico y la seguridad ciudadana.