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Kronos Quartet: la hermandad
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El Kronos Quartet con el compositor Steve Reich, abajo, con tres distintas violonchelistas que han pertenecido al grupo
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Periódico La Jornada
Sábado 15 de febrero de 2014, p. a16

El Kronos Quartet acaba de cumplir 40 años convertido en un símbolo del avance cultural. Tan vasta, intensa trayectoria se caracteriza, además de su excelencia artística, por el signo de la diversidad.

Le quitó la naftalina a ese género tan exquisito llamado cuarteto de cuerda, para llevar tan preciado formato a los ámbitos que solamente pertenecían al rock, al jazz, a la música alternativa.

También, con su peculiar, vasta discografía ha logrado dar al traste con terminajos como crossover, indie, third world music, folk music para hermanar las culturas de Oriente, África, Asia, los rincones antes ignorados, con Occidente.

El nuevo disco de Kronos Quartet tiene la consistencia que caracteriza a la mayoría de sus producciones. Hay que reconocer que en aras del riesgo, la aventura, el apostar por obras que de otra manera no existirían, los resultados no siempre han estado a la altura de las expectativas que han generado, pero ese también es un gran mérito. De hecho, su próximo disco: Under 30 Project 1-4, inicia una serie noble: música de autores menores de 30 años.

Aheym se titula la nueva grabación del Kronos y contiene cuatro partituras escritas para este conjunto por el joven compositor Bryce Dressner (Brooklyn, 1976), quien emblematiza buena parte del buen rock que se hace hoy día: un músico formado en la academia pero libre de todo almidón. El hecho de que su próximo disco sea con Jonny Greenwood, integrante de Radiohead y a su vez egresado de Conservatorio, habla por sí solo. Además, el disco será grabado bajo el sello emblema de la música de concierto: Deutsche Grammophon.

Las cuatro piezas que conforman Aheym muestran, también, los alcances creativos de Bryce Dessner, conocido como líder del grupo de rock The National, hacedores de una música exquisita (a la manera, no así en estilo, de Radiohead) con la inclusión de una potente sección de alientos-metal.

La pieza inicial es la que titula el disco: una furiosa, interesante, intensa carga de rock en cuarteto de cuerdas. La siguiente, Little Blue Something, rinde homenaje a la gran música callejera, que se practica hoy día en Europa principalmente pero también en todas las ciudades: su hermana, Jessica, escuchó tocar en las calles de Copenhague a Irena y Vojtech Havel. Les compró el último disco (producido por ellos mismos) que les quedaba y se lo llevó a su hermano, quien gracias a esa música decidió ser compositor. El agradecimiento a los hermanos Havel lo plasma en el título, contrario a como se nombra el dúo checo: Little Blue Nothing.

La tercera pieza, Tenebre, es la mejor: una elaboración sonora a propósito de la convivencia luz/oscuridad, de donde emerge más luz, para culminar el disco con más poesía: Tour Eiffel, a partir del poema de Vicente Huidobro, uno de cuyos libros le acercó, también, su hermana Jessica, poeta. Hermandad: Otro hermano de Bryce Dessner, Aaron, también forma parte de la banda de rock The National, así como Jonny Greenwood junto a su hermano, Colin, también toca en Radiohead.

Eso, hermandad. Lo que nos ha dado el Kronos Quartet estos 40 años es una comunidad musical hermanada a través de todo el mundo.

¡Larga vida, hermanos!

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