Un nuevo perfil de país, surgido a raíz de la aprobación de reformas para aumentar la inversión privada y buscar mayor competencia en los sectores de energía y telecomunicaciones, llevó a Moody’s a elevar la calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano a un grado de solvencia que, en el ámbito latinoamericano, sólo tenía Chile hasta ahora.

Los motivos detrás de la decisión de elevar la calificación de la deuda respaldada por el gobierno mexicano está centrada en gran medida en las reformas que se dieron el año pasado, especialmente en los sectores de telecomunicaciones y energía, explicó Mauro Leos, vicepresidente de Moody’s, en una entrevista con La Jornada. Esas reformas generaron un mejor marco fiscal, que permitirá al gobierno lograr ahorros y contar con mayores reservas para afrontar contingencias, agregó.

Agencias como Moody’s establecen categorías de calificación de la deuda respaldada por gobiernos o empresas, a partir de escalas que miden la posibilidad de incumplimiento en el pago de esas obligaciones. Según la clasificación de Moody’s, la deuda del gobierno mexicano tenía hasta el martes la clasificación Baa1, considerada grado de inversión –lo que significa que el riesgo de incumplimiento es bajo. Ayer, la firma financiera subió un escalón la nota, al rango A3, el grupo que, explicó Leos, incluye a las naciones con grado de inversión más maduras.

Moody’s se refirió a la aprobación de una agenda integral de reformas durante el primer año de la actual administración.

Después de múltiples intentos fallidos a lo largo de 20 años por los tres gobiernos anteriores, la reciente aprobación de un paquete de reformas puso de manifiesto voluntad y capacidad política, dando lugar a cambios que, en ciertas instancias, rebasaron las expectativas iniciales, consideró Moody’s.

Tras el anuncio de la calificadora, el peso recuperó 10 centavos en su cotización frente al dólar, al cerrar este miércoles en 10.38 pesos por unidad de la divisa estadunidense. La bolsa, que había iniciado con pérdidas, repuntó casi 500 puntos después de conocido el reporte de Moody’s, aunque al fijan cerró la sesión con un retroceso de 204 unidades y el principal indicador en 39 mil 880 unidades.

La mejora en la calificación de la deuda por parte de Moody’s favorece al gobierno federal, a la iniciativa privada y a las familias, al reducir los costos de financiamiento, lo que propiciará una menor erogación por el servicio de la deuda y la liberación de recursos que podrán dedicarse a otros rubros, comentó la Secretaría de Hacienda. Con esta acción se refrenda la confianza que existe sobre las perspectivas de la economía mexicana, opinó Luis Videgaray, titular de esa dependencia, según un comunicado.

Como el TLCAN

Las reformas propuestas por el gobierno federal –y avaladas por el Congreso– para buscar mayor competencia en telecomunicaciones y abrir el sector energético a la inversión privada representan un cambio para la economía mexicanas de la misma magnitud que tuvo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace 20 años, dijo Mauro Leos en la entrevista con La Jornada.

Pasó algo que no había pasado en 20 años. Vemos que las reformas del año pasado pueden ser tan importantes de aquí a futuro como en su momento lo fue el TLCAN. O sea, hay un nuevo perfil de país, se han definido nuevas reglas que van a tener impacto en el crecimiento económico, agregó.