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A la mitad del foro

Juegos de invierno

L

a temperatura y las bolsas de valores, bajo cero. Los que gobiernan y los que pagan, los ricos y famosos, celebran su reunión ritual en Davos, en la montaña mágica en la que se congela la realidad, se habla de economía, de crecimiento, de empleos y de equilibrio fiscal, pero ni una palabra de la inequidad inherente al sistema de libre mercado y el flujo de capitales sin regulación alguna. Eso queda para los que tiemblan de frío en Durango, en Chihuahua y en los territorios congelados del hemisferio norte, industrializado, rico, en plena revolución tecnológica, pero atrapados por la inequidad que concentra la riqueza y los ingresos en el ya legendario uno por ciento de la población.

Y en la enésima crisis sistémica para la cual se agotó la imaginación de los que bautizan esos desastres y los que la naturaleza desata sobre el mundo de la globalidad en la era del conocimiento y la ceguera ante el calentamiento del planeta Tierra. Esta es su casa. En Argentina, cae la bolsa, los medios especializados hablan de los efectos del miedo a la proliferación de los efectos del... Tango II. Los restos de la izquierda austral hablan de un complot encabezado por la Shell, la enorme corporación petrolera de cuna holandesa y larga trayectoria en la deses­tabilización. Que la Shell compró 3 millones de dólares a 13 pesos en lugar de a 12 pesos cada uno. Si 3 millones bastan para poner de cabeza el mundo del dinero, se acabó lo que se daba.

Con razón cunde el lamento de las multitudes opositoras del reformismo pactado en el México actual. Desde Davos, donde hubo festejos mediáticos y líneas ágata de medios especializados en usos cortesanos, dedicados a festejar la “notable y eficaz actividad de Aurelio Nuño, el joven turco que despacha en Los Pinos como jefe de la Oficina de la Presidencia”. Los ameritados participantes de los juegos invernales dieron muestras de admiración y elogiaron, con la modestia que corresponde a los navegantes de altura, las acciones de gobierno y las reformas estructurales, logro de Enrique Peña Nieto. Jesús Zambrano y Gustavo Madero pasan frío en la que fuera la región más transparente del aire. El PRD y el PAN elegirán nuevo liderazgo con vientos cruzados que amenazan debilitarlos en vísperas de las elecciones intermedias de 2015. No hay pacto que los cobije, pero a pesar de la insurgencia panista y la desbandada del PRD prevista por el inminente registro de Morena, los extraños compañeros de lecho quisieran haber compartido las glorias de Davos.

Tres millones de dólares y se desploman las bolsas del mundo entero. Llegan noticias de Davos, directas en ausencia del vocero del gobierno de la República que perdió la voz en cuanto lo designaron sin moverlo de Bucareli: inversiones extranjeras para México que suman 7 mil 350 millones de dólares, anuncian. Y ahí mismo, sin que le tiemble la mano, Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, firmó un acuerdo con Vagil Alekperov, presidente de la compañía petrolera rusa, Lukoil, para el intercambio de información y experiencias en el incremento de exploración y producción en aguas profundas. ¿Frío? El de las petroleras rusas que trabajan bajo el hielo del Círculo Polar Ártico. En la montaña mágica, José Ángel Gurría, el citoyen du monde que ya es secretario general de la OCDE, aplaudió calurosamente y sentenció que los poderes fácticos tendrán que sumarse al cambio.

Gurría, llamado Ángel de la dependencia en los albores de la apertura, del otro cambio, se mantuvo fiel a su capillita y recomendó al gobierno mexicano mantener el rigor. Luis Videgaray, a cuyo cargo estuvo la tímida ruptura con el dogma del cero déficit fiscal y el miedo atávico al endeudamiento, debió sentirse aludido por la advertencia de Gurría. Adelantó que el mes entrante dará a conocer un pacto fiscal, acuerdo de estabilidad tributaria para dar certeza a las empresas; estabilidad que contribuye, dijo, al crecimiento y a la inversión. No hay diferencias entre el rigor que recomienda el de la OCDE y la estabilidad tributaria del secretario de Hacienda. Enrique Peña Nieto no siente el frío: Nos alegra que vengan a contribuir al desarrollo económico de nuestra nación, y especialmente a generar empleos para los mexicanos.

Desarrollo económico y empleos objetivos presentes en el discurso de la democracia de mercado. De la austeridad y el rigor del neoconservadurismo que malamente llaman neoliberalismo (Chomsky dixit). Corren vientos helados en el llano, en las tierras áridas donde se multiplica la marginación y pasan hambre millones de mexicanos. Nada digo de Argentina y el drama del efecto Tango II en la tierra de la pampa húmeda, donde las cosechas de granos alcanzan un valor de algo más de 4 mil millones de dólares. Y el valor incalculable de alimentar a la población; es ineludible aceptar el imperio del mercado, importar, exportar, intercambiar materias primas, manufacturas, tecnologías y ciencia, pero no hay que depender del exterior para aliviar el hambre de nuestros compatriotas. Treinta años congelados en la apertura de la caja de Pandora. Y en medio de una actividad legislativa formidable, de acuerdos y concertación política, se habla de crecimiento económico y de empleo, pero nadie parece reconocer el mal que nos aqueja: la inequidad salarial y en el reparto de la riqueza; la desigualdad entre los pocos que todo tienen y los millones que carecen de todo y padecen hambre.

En los juegos invernales de Davos hicieron acto de presencia Ernesto Zedillo y Felipe Calderón. Al doctorcito Zedillo le gustan las reformas estructurales del gobierno que preside Ernesto Peña Nieto. Breve, a la sana distancia de los participantes habituales en los alpinos cónclaves, el consejero ferroviario de Kansas City, académico de Yale y de la ONU, fue parco al responder a la prensa de etiqueta y anorak. Estado de derecho, estado de derecho, estado de derecho, es lo que hace falta, dijo el economista. El abogado Calderón exhibió inexplicable sonrisa; breves cuentas y recuentos de la ausencia del Estado, del imperio de la ley.

Michoacán es territorio ocupado. Ejerce el mando un comisionado que designa funcionarios estatales, mientras el gobernador elegido se reduce a sombra al otro lado del espejo. ¿Estado de derecho? Somos una república federal, democrática, representativa y laica. En el sexenio de la guerra de Calderón se produjo el encarcelamiento colectivo de funcionarios y presidentes municipales acusados de complicidades con el crimen organizado, a los que declararían libres meses más tarde las autoridades judiciales. Los Caballeros templarios ocuparon el vacío de poder, se hicieron dueños de vidas y haciendas. Surgieron cuerpos armados de autodefensa: los herederos de La familia habían perdido su fuente de ingresos en agosto de 2013, cuando el gobierno de Peña Nieto recuperó el control del puerto de Lázaro Cárdenas.

Alfredo Castillo ejerce el gobierno de facto en Michoacán. No hay ley que otorgue la facultad de nombrar comisionado federal en un estado. Se presentó como autor de la razón de Estado más pueril de la historia; nombró procurador de Justicia y secretario de Seguridad Pública a los mexiquenses José Martín Godoy y Carlos Hugo Castellanos. Y habla, habla, habla. Tarde o temprano serán derrotados los narcotraficantes y la carnavalesca moral cristera. Pero restaurar el federalismo demanda respeto al poder constituido y sus instituciones. O todos los días de todos los años serán de crudo cierzo invernal.