El Cairo, 24 de enero

Un presunto simpatizante de la Hermandad Musulmana se hizo estallar dentro de un coche bomba en el estacionamiento de la Dirección de Seguridad del gobierno egipcio, lo que causó la muerte de al menos cuatro personas, en uno de los peores ataques contra instalaciones estatales en meses.

La explosión registrada a primera hora de la mañana dañó inmuebles utilizados por policías y agentes de la seguridad estatal, y tras el estallido se levantó una columna de humo visible desde distintos puntos de la capital.

La tensión aumentó también en otras partes de la ciudad, que ha registrado numerosas protestas y violencia en las calles desde que el Ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi el 3 de julio pasado. El saldo total de los ataques de este viernes fue de 10 muertos.

También por la mañana feroces enfrentamientos se desataron entre seguidores de Mursi y las fuerzas de seguridad en la vía que conduce a las Pirámides de Giza, donde se concentraron unos 2 mil simpatizantes de la Hermandad Musulmana.

También se reportaron choques entre inconformes con el golpe de Estado en las ciudades de Suez, Ismailia, Alejandría y Beni Suef, donde una persona murió, según la policía.

Horas después del primer ataque con bomba, se produjeron otras dos explosiones menores en la capital.

Uno de los estallidos mató a un policía e hirió a otros nueve en un barrio de la capital egipcia, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado.

Otro ataque a agentes policiales fue cometido por una persona que lanzó una granada desde un vehículo en marcha, pero sólo se reportaron lesionados.

En Giza, un distrito en las afueras de El Cairo, se produjo una tercera explosión cerca de una comisaría, aunque no hubo reportes inmediatos de víctimas.

Tres de los fallecidos en la explosión ocurrida en la Dirección de Seguridad son policías. Según el gobierno cairota 50 personas resultaron heridas.

El ataque también dañó severamente las inmediaciones del Museo de Arte Islámico, de acuerdo con un reporte de la institutución. En un comunicado, la oficina del presidente Adly Mansour indicó que vengará las muertes de los mártires que murieron en la Dirección de Seguridad y que castigará a los culpables.

Ninguna organización reivindicó los ataques, pero la población cree que los continuos ataques son la respuesta de la Hermandad Musulmana a la decisión del gobierno golpista de declarar ilegal su actuación pública, acusándolo de ser una agrupación terrorista.

Las autoridades también tienen problemas para contener la violencia de organizaciones armadas islamitas en otras regiones del país, particularmente en la península de Sinaí, lo que hace temer a los egipcios un movimiento armado similar al que se padeció en esa zona en la década de 1990.

En Washington, el Departamento de Estado condenó con firmeza los ataques terroristas ocurridos hoy en Egipto, exigió una investigación completa y que los responsables sean llevados ante la justicia.