Apatzingán, Mich., 17 de enero.

Después de dos semanas de vivir una crisis de violencia e inseguridad, esta cabecera municipal comenzó a volver a la normalidad: los comercios y el mercado abrieron, se reanudó el servicio de transporte público foráneo y hay abasto de combustible.

El pasado 4 de enero los grupos de autodefensa tomaron la cabecera municipal de Parácuaro, después el ejido de Antúnez, en esa misma localidad, y luego Nueva Italia, cabecera municipal de Múgica.

Ante la versión de que los guardias comunitarios se apoderarían de Apatzingán, principal centro de operaciones de los Caballeros templarios, miembros de esa organización criminal incendiaron varios autobuses en la carretera Cuatro Caminos-Apatzingán, según los líderes de las autodefensas.

Hace una semana también quemaron comercios, tres tiendas Oxxo, un Coppel, rompieron cristales de una tienda Famsa, donde se llevaron una motocicleta y celulares; balearon un Banamex y amenazaron con prender fuego al mercado municipal, por lo que comerciantes sacaron lo que pudieron, lo que generó desabasto de alimentos.

También hubo escasez de gas doméstico y de gasolina; se suspendieron las corridas de autobuses; incendiaron el palacio municipal, que resultó con daños en tres oficinas. Pero lo más grave, a decir de los lugareños, es el miedo y la zozobra ocasionados por estos hechos violentos.

Con la totalidad de los comercios cerrados y las instituciones públicas y privadas paralizadas, Apatzingán vivió una crisis económica. Ante esta situación, el 14 de enero las fuerzas federales asumieron la seguridad en Apatzingán, el municipio más grande de la Tierra Caliente, de unos 130 mil habitantes.

Al menos 158 policías municipales fueron acuartelados y enviados al Centro de Adiestramiento de la sexta Región Militar, con sede en Tlaxcala.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, signaron un acuerdo en el que lo más sobresaliente fue que se desarmaría a los grupos de autodefensa.

Después del primer intento fallido en Parácuaro, la noche del 13 de enero, donde tres civiles murieron, el gobierno federal tuvo que retractarse y permitir que continuaran operando las guardias comunitarias.

El pasado miércoles, Osorio Chong dio a conocer el nombramiento de Alfredo Castillo Cervantes como comisionado para la seguridad y el desarrollo integral en Michoacán.

Apatzingán busca ahora recuperarse de la crisis de violencia e inseguridad, y los embates de la delincuencia organizada, que no cede y que busca preservar a toda costa su poder, que durante los años recientes dominó la Tierra Caliente, principalmente.