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Los recursos salen de las parcelas: Estanislao Beltrán Torres

“Las armas que traemos se las hemos quitado a los Caballeros templarios
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Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2014, p. 5

Morelia, Mich., 17 de enero.

“Las armas que traemos se las hemos quitado a los Caballeros templarios”, y ni el cártel Jalisco Nueva Generación ni las fuerzas federales nos las han dado para levantar a los pueblos en contra de la delincuencia organizada, afirmó Estanislao Beltrán Torres, coordinador de las guardias comunitarias.

Señaló que los recursos salen de sus parcelas, ya que entre los comunitarios hay productores de limón, ganaderos o comerciantes. Soy ejidatario, tengo mis huertas de limón, al igual que muchos otros. La gente nos proporciona alimento y agua, y el mismo pueblo saca las pocas armas que tiene.

–¿El Ejército les ha dado armas largas?

–Nunca nos ha dado armas, las que traemos son las que les hemos quitado a los Caballeros templarios en los ataques donde quedan muertos; ahí recogemos armas, ese es el medio donde obtenemos armamento.

Por su parte, el comandante Cinco, oriundo de Tepalcatepec, manifestó que cuando se levantaron en armas, en febrero de 2013, la mayoría de la gente sacó escopetas y otros pertrechos viejos que tenían para cazar. Unos cuantos poseían un arma de mayor calidad, y otros las consiguieron con amigos de otros lugares. En el inicio, muy pocos tenían armas largas, sólo las que le habían quitado a la policía municipal.

Añadió que él y otros que se dedican a la producción de limón o a la ganadería reunieron fondos y han conseguido algunas armas, pero son las menos. Sólo hay que ver a la mayoría de los guardias y podrán constatar que portan armas sencillas y algunas hechizas.

Hipólito Mora, jefe de la guardia comunitaria de la tenencia Felipe Carrillo Puerto, o La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán, coincidió con sus compañeros, pero comentó que en algunas fincas donde vivían criminales encontraron algunas armas.

“La mayoría anda con escopetas de chispa, rifles calibre 22, pistolas viejas y una que otra arma buena. De las propiedades que abandonaron algunos templarios se les ha sacado algún provecho, como la venta de limón, pero sólo para comprar comida y gasolina para los vehículos, porque aquí hasta el productor más sencillo tiene su troca (camioneta)”.