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Los productores Ryle-Hodges y José Luis Martín imparten clase magistral en la Cineteca

Los dramas históricos permiten expresarnos a nosotros mismos

En cine y televisión el principio es el mismo, debes mantener interesada a la audiencia, dice el realizador de la producción inglesa The Hollow Crown

La clave de una serie es encontrar una cercanía entre la historia y el público, afirma el jefe de escritores del relato español Isabel

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Patricia Arriaga Jordán, José Luis Martín y Rupert Ryle-Hodges durante la charlaFoto Cortesía de la Cineteca Nacional
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de enero de 2014, p. 6

En cine y televisión el principio es el mismo, debes mantener interesada a la audiencia, afirma Rupert Ryle-Hodges, productor de la serie The Hollow Crown (Inglaterra), al impartir junto con José Luis Martín, jefe de escritores de la serie española Isabel, una clase magistral en la Cineteca Nacional.

Ambos creativos compartieron sus experiencias y opiniones sobre las series televisivas históricas en sus respectivos países, en el contexto del Taller de escritura de series dramatizadas para televisión, coordinado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

José Luis Martín, quien empezó a escribir guiones de ficción para televisión en 1999, señaló que en España, con la serie Isabel, se rompieron tópicos, estrenándose en televisión pública una serie dirigida a un adulto mayor, pero que ha despertado el interés de los jóvenes.

Temáticas duras

Isabel es una especie de coincidencia astral. Todo el mundo tiene una idea previa de Isabel de Castilla, a eso le sumas que los actores protagónicos son carismáticos, así como una factura más allá de lo que se ve, lo que resulta atractiva a pesar de lo dura en su temática, pues requiere mucha atención del público”, explicó.

Indicó que el boom de las series televisivas en España se dio en la década de los 90, con Médico de familia, lo que hizo que hubiera un interés local, y agregó que de aquellos años a la fecha se debe reconocer que se ha dado un gran salto, por lo menos en factura.

La gente se da cuenta que ver televisión no es vergonzoso y también es una buena manera de ganarse la vida. La clave es encontrar entre la historia y el público una cercanía, señaló.

Rupert Ryle-Hodges, también productor de la serie de Downton Abbey, indicó que los dramas históricos televisivos permiten y ayudan a expresarnos a nosotros mismos. Inglaterra tiene un apetito para más dramas de época, por lo que espero que éstos sigan en un futuro, expresó.

La moderadora de la clase magistral, Patricia Arriaga Jordán, planteó que en México existe un prejuicio en la realización de televisión

Al respecto, José Luis Martín señaló que sí continúa ese prejuicio cultural y que espera poco a poco se vaya diluyendo.

Añadió que Isabel es un drama histórico sin ser un documental apegado a los hechos históricos, que a su vez no deja de ser ficción y que tiene como función entretener.

Isabel se transmite en una televisión pública, no podemos permitirnos ciertas alegrías, tienes que guionar y tramar. Nosotros escribimos los guiones, se aprueban, el historiador vigila que no hayamos metido la pata, y luego hay un filtro posterior”.

Agregó que los historiadores son parte importante en su montaje para saber y plasmas como se le trata a un arzobispo, duque, o cómo se colocaban los pendones y el uso de armas.

Rupert Ryle-Hodges compartió que ha trabajado en producciones tanto de cine como televisión. Dijo que en la primera no se siente a gusto y en el trabajo para televisión se ha construido una forma diferente de trabajar. En la televisión tenemos tiempo de contar una historia.

Explicó que para la realización de Downton Abbey contó con un asesor en el set que indicaba cómo se colocaba una mesa y se servían las bebidas, pues es importante que los detalles estén correctos.

Al hablar por separado de sus producciones, José Luis Martín explicó cómo se organiza el trabajo de guión, su experiencia en cuanto a la relación con el director de la serie y el método de trabajo día a día. Hay obviedades de las que nos olvidamos y luego nos causan problemas.

En su opinión, quien crea una historia de ficción para televisión debe tener el sartén por el mango, la última palabra en las decisiones y no quien está en un escritorio, pues se confunde el poder y el control de un producto sobre la capacidad para realizarse.

Sobre la relación del guionista con el director, apuntó que el primero debe confiar en el criterio de quien va a trabajar todos los días con el material escrito. A veces el guionista olvida o ignora las condiciones del rodaje.

Comentó que el trabajo en los capítulos de la serie Isabel inicia con una investigación exhaustiva del escritor, de ahí surgen las tramas; luego se realiza la primera reunión en la que se ven los conatos de tramas, para que en una segunda reunión las tramas ya hayan tomado forma. El público no debe saber lo difícil que es hacerlo.

Sin maniqueos

Sobre el personaje protagónico de Isabel, dijo se intentó huir de la leyenda franquista. Intentamos no hacer maniqueos, sino que Isabel tenga equivocaciones, cometa errores, tomamos en cuenta que son personajes que aprenden, evolucionan.

Por su parte, Rupert Ryle-Hodges comentó que realizar una serie televisiva histórica como The Hollow Crown consiste mucho de instinto. Comparto con ustedes mis experiencias, trucos y cómo sobrevivir a la realización de un drama histórico con poco presupuesto. Mi trabajo como productor es que me entregan un guión y busco realizarlo lo mejor posible.

El productor, quien ha trabajado en televisión por más de 30 años, hizo un repaso por algunos de los dramas históricos en los que trabajó: Shackleton, Cranford y The Hollow Crown, que aunque aborden temas históricos, dijo, no evita que se pueda escribir dentro de ellos de temas modernos.

Como audiencia juzgaremos si la atmósfera es creíble, para que sea exitosa debe ser de entretenimiento y contar con información, detalles convincentes. Nuestro objetivo es entretener.

Señaló que en Inglaterra, después de tener una idea y desarrollarla, habría que buscar un financiamiento, provocar interés y llevar la propuesta a las personas correspondientes.

No ser un dictador

Sobre el presupuesto, mencionó que hay que decidir por adelantado cómo va a funcionar el trabajo, pues si se quiere fungir con el papel del productor se debe ser consistente y preciso, compartir con otro en qué se gasta y no ser un señor dictador.

Apuntó que con cualquier historia que se escribe se busca un entretenimiento que se pueda disfrutar, afirmando que los factores de presión comercial y política llegan a influir. Lo importante es escaparse de una realidad que no es tan placentera, todo el mundo quiere relajarse.

Finalmente comentó que en el drama histórico siempre habrá un sesgo o inclinación hacia un lado de la historia lo que no debe detenernos para que sean abordadas distintas visiones, si no todo lo que se haga parecerá aburrido.