Santiago, 23 de diciembre.

La justicia chilena condenó a ocho ex militares a penas de entre tres y 15 años de cárcel por el homicidio de 14 prisioneros políticos en el contexto de la Caravana de la muerte, un operativo contra opositores llevado a cabo por un comando militar tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 del general Augusto Pinochet Ugarte.

El juez Leopoldo Llanos, de la Corte de Apelaciones de Santiago, sentenció este lunes a Sergio Arredondo González, Marcelo Moren Brito, Juan Chiminelli Fullerton y Patricio Ferrer Ducaud a 15 años y un día de presidio por el homicidio calificado de 14 personas el 19 de octubre de 1973 en la ciudad de Antofagasta, unos mil 400 kilómetros al norte de Santiago.

Pablo Martínez Latorre fue condenado a cinco años como cómplice del asesinato, pero recibió el beneficio de libertad vigilada. Con igual beneficio Pedro Espinoza Bravo, Luis Felipe Polanco Gallardo y Emilio de la Mahotiere González recibieron penas de tres años por encubrimiento, informó el Poder Judicial en un comunicado.

Asimismo, el juez Llanos sentenció al Estado chileno y a los ex miembros del ejército a pagar indemnización a los familiares de las víctimas por daño moral.

Los 14 hombres detenidos en Antofagasta por la recién instalada dictadura de Pinochet en 1973 fueron amarrados, vendados y transportados hasta la Quebrada del Way, donde fueron separados en grupos de tres o cuatro y llevados frente a un paredón, precisó la sentencia. Fueron ejecutados mediante diferentes ráfagas de fuego.

Los cadáveres fueron trasladados a la morgue, donde se determinó la causa de la muerte, y fueron entregados a aquellos familiares que los reclamaron.

Durante la Caravana de la Muerte 77 personas habrían sido detenidas y desaparecidas tras un recorrido por todo Chile que realizó un grupo de oficiales a bordo de un helicóptero del ejército, comandado por el general Sergio Arellano, sentenciado a seis años de cárcel en 2008 por este caso. Arellano no cumplió su pena, luego de que se le diagnosticó Alzheimer.

Por el caso Caravana de la muerte, el fallecido general Pinochet también fue procesado y estuvo bajo arresto domiciliario, aunque en julio de 2002 fue sobreseído por la Suprema Corte, que estimó que una demencia le impedía defenderse en los tribunales. La dictadura de Pinochet dejó más de 3 mil muertos y 38 mil torturados, según cifras oficiales.