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Científico argumenta a Peña Nieto sobre daños del maíz transgénico
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de diciembre de 2013, p. 8

Sería un error cultivar maíz transgénico en México y, al igual que en las naciones de la Unión Europea, India y Japón, entre otras, aquí se debe rechazar su entrada, advierte el especialista David Schubert, del Instituto Salk de San Diego, considerado de los mejores en investigación médica en el mundo.

En una carta enviada el 10 de octubre pasado al presidente Enrique Peña Nieto, así como a los titulares de la secretarías de Medio Ambiente y de Agricultura, el experto, quien ha publicado estudios en revistas científicas sobre las plantas modificadas genéticamente y su efecto en la salud humana, argumenta por qué en México no debería darse el cultivo comercial de este producto.

Explica que no se requiere esta siembra, ya que el maíz no es un cultivo que esté amenazado por infestaciones de plagas; en cambio, señala, el riesgo ambiental es alto, ya que el grano nativo de México se degradará de manera incuestionable.

Señala que los costos serán altos, ya que la compra anual de semillas, contraria a la costumbre de guardarlas cada año, elevará los costos de producción en todos los niveles de la cadena alimentaria. Los más afectados serán los pequeños agricultores y campesinos, y los transgenes que se introduzcan contaminarán todas las variedades locales, agrega.

Además, una vez que las empresas extranjeras controlen el mercado de semillas de cualquier planta, seguirán introduciendo las que son genéticamente modificadas a otras especies y tendrán un poder enorme tanto sobre los campesinos, como de los procesos políticos, lo cual ya ha ocurrido en Estados Unidos, indica, donde las compañías semilleras son el principal apoyo financiero de los dos partidos políticos de ese país.

A esto, continúa, se suma que una vez que el maíz transgénico sea introducido a México –incluso a pequeña escala– contaminará de manera irreversible las variedades nativas, lo cual es un hecho inequívoco, y la única forma de prevenirlo es no permitir su siembra.

En cuanto a los efectos a la salud del maíz transgénico, afirma que a diferencia de otros países donde el grano transgénico BT no se consume directamente, aquí si ocurrirá, y además en grandes cantidades, porque se trata de un alimento básico. Destaca que en la comida tradicional mexicana el maíz se prepara de múltiples formas, lo cual conducirá a potenciales cambios químicos de la proteína BT y causará una toxicidad e inmunogenicidad desconocidas.

Es falso, indica en la misiva, que como no hay evidencia de enfermedades relacionadas con la introducción de productos de este tipo, sean seguros para la salud. Explica que se han obtenido evidencias sólidas de que las proteínas BT provocan reacciones inmunológicas fuertes en algunos trabajadores del campo, y en un reciente estudio de largo plazo realizado con cerdos –que tienen un sistema digestivo parecido al de los humanos– en el que fueron alimentados con una dieta que incluía proteínas BT, después de cinco meses se encontraron niveles drásticos de inflamación estomacal y las hembras desarrollaron úteros más pesados.