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Científicos forenses reconstruyen el rostro del líder del reinado del terror a partir de una máscara mortuoria

Diagnostican probable mal de inmunodeficiencia de Robespierre

Padecía sarcoidosis, enfermedad que ataca a los pulmones, hígado y páncreas, sostienen

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El forense Philippe Froesch explica la reconstrucción del rostro de Robespierre, a partir de una máscara mortuoria hecha por madame Tussaud, justo después de que el revolucionario francés fue decapitado en 1794Foto Ap
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Periódico La Jornada
Domingo 22 de diciembre de 2013, p. 3

Londres, 21 de diciembre.

Un reciente análisis científico demuestra que el revolucionario francés Maximiliano de Robespierre probablemente sufría un trastorno de inmunodeficiencia que ataca a los órganos llamado sarcoidosis en el momento de su ejecución en la guillotina en 1794.

Después de la reconstrucción y posterior examen de la máscara mortuoria del líder del reinado del terror, los científicos forenses Philippe Charlier y Philippe Froesch dieron un diagnóstico retrospectivo de la enfermedad en la que el cuerpo comienza a atacar a sus propios tejidos y órganos.

Para ello, el doctor Charlier, especialista en enigmas históricos, se ha apoyado en los testimonios de sus contemporáneos y en el minucioso examen de dos máscaras mortuorias.

Un ejemplar se utilizó en la reconstitución facial en 3D realizado por el infografista Philippe Froesch (Visual Forensic, Barcelona), coautor junto a Philippe Charlier de la correspondencia publicada el viernes por la revista médica británica The Lancet.

Marie Grosholtz, más conocida como Madame Tussaud, podría ser la autora de esta máscara de escayola.

Varias señales clínicas fueron descritas por testigos contemporáneos, escribieron los investigadores en el diario médico.

Estos incluían problemas de visión, sangrados por la nariz –descritas en documentos clínicos históricos que hablan de cómo cubría la almohada de sangre fresca cada día– ictericia –piel y ojos amarillentos– cansancio continuo y úlceras recurrentes en las piernas.

También hacía guiños y muecas permanentemente escribieron Philippe Charlier y Philippe Froesch, añadiendo que los síntomas empeoraron entre 1790 y 1794. Robespierre tenía 36 años cuando fue ejecutado.

Granulomas y secuelas

Una máscara mortuoria fue moldeada justo después de la decapitación de Robespierre, y una copia de la misma se guarda en el Museo Granet en Aix-en-Provence, en el sur de Francia.

La sarcoidosis provoca pequeñas áreas de inflamación en los tejidos del cuerpo llamadas granulomas y afecta más comúnmente a los pulmones, la piel y los ganglios linfáticos, pero también –en algunas variantes de la enfermedad– a los ojos, el hígado y el páncreas. A menudo se acompaña de cansancio y una sensación general de malestar.

Las causas de la sarcoidosis no se conocen con precisión, dijeron los científicos, pero en muchos pacientes la enfermedad entra en remisión sin tratamiento alguno.

Los científicos Charlier y Froesch indicaron que a pesar de que hay otras explicaciones posibles para los síntomas de Robespierre, como la tuberculosis o la lepra, no encajan a la perfección con la descripción de estos síntomas ni con la evolución de la enfermedad.

“No sabemos qué tratamiento le dio su médico personal Joseph Souberbielle, pero las frutas po-drían haber sido incluidas –en vista de su alto consumo de naranjas– junto con baños y sangrías.

Su enfermedad no jugó ningún papel en su muerte, añadieron Philippe Charlier y Philippe Froesch, ya que al paciente se le aplicó una ejecución judicial en un contexto de crisis política.