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Realizan expoventa El arte popular se viste de fiesta; participan artesanos de varios estados

Indígenas se declaran en resistencia frente a la invasión de ropa de marca

Tejer un rebozo puede tardar hasta seis meses, porque utilizamos tintes naturales, dice Teresa Lino, de Puebla

Reúnen el talento de creadores de textilería, laca y alfarería, entre otras ramas

 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de diciembre de 2013, p. 3

Tejer con hilos de lana y utilizar tintes naturales es como aprender a lavar los trastes, señala Teresa Lino Bello, artesana de 53 años, originaria del municipio de Hueyapan, estado de Puebla, quien con la venta de piezas textiles obtiene ingresos para sobrevivir.

La integrante de una organización de mujeres indígenas nahuas, desde hace 34 años, participa en la expoventa El arte popular se viste de fiesta, que se desarrolla en el Museo Nacional de Culturas Populares y concluirá el domingo 15, como parte del Festival Luces de Invierno.

Teresa Lino impulsó una organización de 200 mujeres en Puebla con la finalidad de comercializar sus rebozos bordados y teñidos con tintes naturales. Después amplió su producción a suéteres y aprendió a tejer piezas de lana con estambre y acrílico, ya que el trabajo con lana no se hace con rapidez. A veces tejer un rebozo puede tardar de tres a seis meses.

“El proceso es lento –explica– porque teñimos sin productos químicos; se hacen recolecciones de campo, fermentados y lo que aumenta el costo del producto no son las materias primas, sino el tiempo de confección”.

En Hueyapan es poca la lana hilada que se consume y la mayoría se compra, debido a que los campos que eran de pastoreo se han convertido en sitios para cultivar maíz y casas.

Indígenas en situación de pobreza

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares de México, la mayoría de los artesanos en el ámbito rural son indígenas y viven en condiciones de pobreza, de los cuales 64.2 por ciento son mujeres que conservan su herencia cultural y la transmiten a las nuevas generaciones.

Para Teresa Lino ha sido difícil preservar su identidad cultural, pues asegura que los indígenas continúan en resistencia frente a la invasión de ropa de marca, pues ocasiona que los jóvenes no compren un suéter o un rebozo artesanales.

Con nuestros productos compartimos nuestra cultura, iconografías y colores; a veces también se refleja el estado de ánimo dentro de los tonos y sus acabados, porque cada quien lo hace a su manera, , señala Teresa Lino Bello, quien con las manos plasma en sus piezas cómo entiende la naturaleza.

Foto
Muñeca otomí, confeccionada por Genoveva Pérez Pascual, que se ofrece en la expoventaFoto Cortesía de la Dirección General
de Culturas Populares

La expoventa El arte popular se viste de fiesta reúne el talento de creadores artesanales de textilería, laca y maque, alfarería y cerámica, metalistería (joyería, cobre, hojalata), cerería (cera escamada), talla en madera, talabartería (piteado), chaquira (arte huichol), jícaras talladas y fibras vegetales.

En el Museo Nacional de Culturas Populares el público puede apreciar y adquirir piezas de gran calidad de artesanos de Baja California, Campeche, Chiapas, Durango, Chihuahua, Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.

En el encuentro, Fernando Jimón Melchor ofrece a los visitantes piezas de barro bruñido y de bandera, técnicas tradicionales de Tonalá, Jalisco, que aprendió hace 30 años.

Soy la quinta generación de la familia que se dedica al barro. Aprendí de mi padre, él de mi abuelo y éste de mi bisabuelo; es una de las tradiciones más arraigadas de Tonalá y es lo que ahorita nos da para comer, es el único ingreso, es nuestra manera de vivir. No tenemos ningún otro trabajo, más que el barro, comenta el artesano.

Piezas utilitarias en barro bruñido, como botellones, platos y jarras, así como algunos artículos navideños son exhibidos por Fernando Jimón en El arte popular se viste de fiesta.

Al recorrer el museo, el público se encontrará con muñecas confeccionadas en algodón; son de colección, creadas por Genoveva Pérez Pascual, indígena de la comunidad de San Ildefonso, en Amealco, Querétaro.

La artesana aprendió desde pequeña a hacer muñecas de tela sintética y de estambre, pero a partir de 2005 utiliza algodón, con mejor calidad y etiquetadas para exportación, ya que sus artesanías llegan a Europa.

De Pátzcuaro, Michoacán, Mario Agustín Gaspar Rodríguez, de 63 años, también participa en la expoventa con piezas de laca perfilada en oro.

El arte popular se viste de fiesta se realiza de 10 a 20 horas, en el patio central del museo ubicado en avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán).