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Madiba y su camino hacia la libertad

El día 10, ceremonia de jefes de Estado; 12 y 13, el féretro será llevado por calles de Pretoria

Uno para políticos y otro para el pueblo, los funerales de Mandela

Asistirán, entre otros, los presidentes de México y Estados Unidos, confirman autoridades

En su aldea natal, habitantes se preparan para recibir el cuerpo del ex mandatario sudafricano

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En Jerusalén, los habitantes siguen mostrando su afecto por el dirigenteFoto Xinhua
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En Johannesburgo, entre otras ciudades, los habitantes siguen mostrando su afecto por el dirigenteFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de diciembre de 2013, p. 20

Qunu, 7 de diciembre.

En este pequeño pueblo donde Nelson Mandela pasó su infancia, los habitantes preparan ya el regreso de su hijo más ilustre, quien será sepultado el 15 de diciembre en la tierra de sus antepasados, sin las grandes multitudes y la pompa de los funerales de Estado, para los cuales se alista el gobierno sudafricano.

En Qunu, aldea escondida entre las montañas de la provincia de Cabo del Este, las expresiones ruidosas no forman parte de la costumbre local en tiempos de duelo. Nada de cánticos, bailes ni veladas a la luz de las velas, como ocurre en estos días en las grandes ciudades de Sudáfrica: Johannesburgo, Pretoria o Ciudad del Cabo.

Los ancianos en este pueblo de chozas caminan cabizbajos y bajan la voz para hablar del héroe de la lucha contra el segregacionismo, quien en los pasados 10 años repartió su tiempo entre Qunu y Johannesburgo.

Estamos en duelo, merece todo nuestro respeto, dice Mfundo Mtirara, sobrino de Nelson Mandela.

La casa de Mandela es sobria y no hay agitación en sus inmediaciones. Nada que ver con la efervescencia que reina alrededor de su domicilio de Johannesburgo, principal ciudad del país, donde gente de todas las edades, razas y creencias ha depositado mensajes de pésame desde el jueves pasado, cuando ocurrió el deceso del líder.

La calle asfaltada que está frente a la vivienda de Mandela fue cerrada al público para facilitar el movimiento de camiones militares, ambulancias y vehículos de construcción.

Para la inhumación de Madiba –palabra que se usa para referirse al ex presidente de manera cariñosa– se espera a cientos de personas el 15 de diciembre, entre quienes estarán algunos políticos sudafricanos y personalidades extranjeras cercanos al ex mandatario.

Lejos quedarán ese día las decenas de miles de personas que se esperan para la ceremonia oficial de homenaje y los funerales de Estado del día 10 de diciembre en el estadio FNB de Johannesburgo, para los cuales se tiene prevista la presencia de presidentes y primeros ministros de varios países, entre ellos los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto, México y de Estados Unidos, Barack Obama.

Los restos mortales de Mandela serán velados el 11 de diciembre en Union Buildings, la sede del gobierno en Pretoria. Un día después el féretro será llevado por las calles de la capital política, donde se espera que miles de personas formen vallas de honor. Posteriormente los restos serán devueltos a las instalaciones gubernamentales. Los días 12 y 13 se realizará de nuevo una procesión.

El día 14, tras la despedida oficial del Congreso Nacional Africano –CNA, el partido en el que militó Mandela–, el féretro será llevado en avión a Mthatha, principal población de Cabo del Este, a 30 kilómetros de Qunu.

Desde el aeropuerto de Mthatha hasta Qunu los restos serán acompañados por una caravana que será recibida en la aldea con una ceremonia tradicional de la etnia Xhosha, a la que perteneció Mandela. Al día siguiente, el 15 de diciembre, el ex presidente será inhumado.

Collins Chabane, ministro de la Presidencia, manifestó que aún no se toma la decisión de si el ataúd estará abierto o cerrado durante las ceremonias masivas, para las cuales se tiene pregramada la acreditación de unos 2 mil 500 periodistas de todo el mundo.

Dos días después del fallecimiento de Madiba varias localidades de Sudáfrica recordaron a su líder, mientras varios países africanos, como Chad, Malí, Nigeria, Tanzania y Senegal, decretaron duelo nacional.

Decenas de libros de condolencias fueron colocados hoy en los edificios públicos para que los ciudadanos puedan honrar a su héroe nacional, mientras radio y televisión seguían centrando su programación en el Nobel de la Paz 1993.

Al igual que el viernes, frente a la casa del ex presidente en el elegante suburbio de Houghton, en Johannesburgo, se congregaron cientos de ciudadanos, entre ellos numerosos niños.

Algunos continúan dejando notas de agradecimiento a Mandela por haber transformado un país antes dividido por el racismo o depositan dibujos, osos de peluche y ramos de flores. Desde un podio improvisado hablan clérigos de diferentes religiones.

También fueron colocados ramos de flores frente a la alcaldía de Ciudad del Cabo, donde el dirigente dio su primer discurso tras ser liberado de prisión en 1990.

Se trabaja 24 horas para cumplir con los plazos que nos hemos planteado, afirmó Chabane, mientras algunos dirigentes políticos sudafricanos aprovecharon la oportunidad para reflexionar sobre el presente y el futuro del país, que no ha podido superar las grandes desigualdades entre descendientes de europeos y negros.

“Todos los mayores logros del CNA proceden de la generación de Madiba”, aseveró el ex presidente Thabo Mbeki, sucesor de Mandela de 1999 a 2008.

Los sudafricanos tienen que pensar ahora cómo vivir de acuerdo con los ideales de Mandela en una sociedad no racista, igualitaria e incluyente, afirmó Mbeki. Tenemos que admitir que aún no hemos llegado a ese punto, subrayó.

Por su parte, la familia del ex mandatario agradeció hoy el apoyo de todo el mundo y dijo que ha sido de gran ayuda para afrontar la situación.

No han sido fáciles los últimos días y no lo serán los próximos, pero con el apoyo que estamos recibiendo desde aquí y desde fuera del país en el debido tiempo todo estará bien para la familia, señaló su portavoz, Temba Matanzima.

“Sí, tata (papá) se ha ido. El pilar de la familia se ha ido, así como sucedió durante los 27 años de su encarcelamiento”, dijo Matanzima.

Mandela era un hombre humilde que hizo tiempo para los reyes y las reinas, los pobres y los ricos, los grandes y los pequeños, añadió.

Además agradeció a los sudafricanos y a la gente de todo el mundo sus mensajes de apoyo durante los últimos tiempos, mientras Mandela estaba enfermo. “Madiba no sólo fue un ciudadano de Sudáfrica y del extenso continente africano, sino un ciudadano del mundo.”