Por decisión unánime y amplitud de 120 a 108 en las tarjetas de los jueces, el cubano Guillermo El Chacal Rigondeaux retuvo el título mundial supergallo versión Organización, al imponerse al estadunidense Joseph Agbeko, quien pareció paralizado sobre el ring, en combate realizado en Atlantic City, mientras que en Brooklyn, el también cubano Erislandy Lara venció igualmente por decisión al estadunidense Austin Trout y se hizo del cinturón superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Rigondeaux, que amplió su récord invicto a 13-0 y 8 KOs, venía de derrotar por paliza al estelar filipino Nonito Donaire, uno de los púgiles considerado el mejor libra por libra de ese momento.