l calderonismo y el josefinismo han incrementado sus tarifas partidistas en el tramo de más alta especulación de la Bolsa de Votos Legislativos para la Reforma Energética. Justamente cuando pareciera que las bancadas de blanco y azul están redondamente listas para impulsar junto con las del priísmo las modificaciones en temas petroleros y similares, ciertas facciones del PAN han generado turbulencias en espera de negociaciones de última hora.

El maderismo en busca de una segunda elección está de manera natural en la mira, con harvardianas jugadas de desestabilización contra el mando gustavista en San Lázaro, el diputado Luis Alberto Villarreal, cuyo expediente oscuro y cuyas prácticas en busca de moches o diezmos por presupuestos conseguidos para obras y servicios en presidencias municipales no son diferentes ni peores de lo que permitieron y promovieron FC y su banda (entre ésta, sus secretarios y secretarias de gabinete) cuando ejercieron descarnadamente el poder federal.

El bombardeo amigo ha llevado al de por sí crónicamente boquiflojo Gustavo Madero a calificar de entelequia al grupo que han formado quienes se hacen llamar Panistas por México y en el cual destacan los ex gobernadores Carlos Medina Plascencia, Ernesto Ruffo, Alberto Cárdenas, Fernando Canales y Fernando Elizondo y la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, a quien ese (otro) PxM apoya en su búsqueda de dirigir al PAN. Este grupo pretende que sea destituido el jinete panista de San Lázaro, el antes mencionado Villarreal, a mitad del río reformista. Las acusaciones, escandalosas, dan cuenta de presuntas prácticas reprobables (el cobro de comisiones por conseguir fondos para alcaldías), pero no constituyen nada que sea novedad para las élites panistas que con rapidez y aplicación desarrollaron para la causa derechista métodos de adulteración electoral y de corrupción presupuestal similares a los del doctoral priísmo histórico.

Hasta ahora, el pactista Madero ha sorteado obstáculos varios y pareciera tener reciprocidad agradecida de parte de las maquinarias priístas (el mismísimo Beltrones ha salido en defensa de la honestidad de su contraparte panista) tan útiles a la hora de comicios internos masivos como los que estrenará el PAN, donde ya no se recurrirá a las clásicas votaciones entre élites para nombrar a quien suelen llamar jefe nacional. Pero al calificar de membrete y de irrealidad al grupo de notables que impugna a Villarreal y apoya a Vázquez Mota, el folclórico Madero podría estar incentivando a sus propios opositores. Por lo pronto, se organizó, al mejor de los estilos priístas, una ceremonia de desagravio para él, indirectamente, y de manera directa para su asociado Villarreal.

Los calderonistas, por su parte, han vuelto al lugar donde comenzó el crimen sexenal recién pasado. Dando continuidad a la obsesión familiar, el grupo felipista pretende forzar desenlaces en Michoacán, siempre con la intención de llegar a negociaciones que abran camino a la hermana Cocoa, que no pudo ser impuesta directamente durante el sexenio macabro. La propia Maria Luisa Calderón ha acusado a un hijo del actual mandatario trasplantado, Fausto Vallejo, de tener relaciones con el crimen organizado. Luego se han hecho circular presuntas pruebas de que éste, y su todopoderoso secretario general ejecutivo, Jesús Reyna, hicieron tratos con líderes delincuenciales para facilitar el triunfo priísta en la entidad (esas versiones son de curso corriente, casi una verdad socialmente indiscutida en Michoacán). Y, en el episodio más reciente, la misma hermana-candidata denunció, sin entrar en precisiones, todo a partir de su sentir o entender, que iban notables templarios en una comisión que se había anunciado como ciudadana para ser atendida por senadores.

Y sin embargo, más allá de los pleitos y chismes (fue el ahora circunstancialmente empanizado Beltrones quien habló de este tipo de murmuraciones que, según él, tratan de causar desprestigio al Poder Legislativo), lo cierto es que en el catálogo institucionalizado de corrupción gestora son continuamente mencionadas las exigencias de legisladores federales para que los beneficiados por asignaciones presupuestales compartan ganancias. También es cierto que, más allá de los cálculos electorales del calderonismo familiar, Michoacán está fuera de control, con un gobernador Vallejo sin fuerza ni margen de acción real para actuar contra quienes fueron sus benefactores electorales y con un secretario general y virtual mandatario en funciones, Jesús Reyna, que no atina a sacar a la entidad del fuego creciente de los arreglos oscuros y los pagos gubernamentales obligados.

Astillas

Aún no sale México del escándalo relacionado con el avión obligado a aterrizar en Venezuela para ser incendiado y ya se ha abierto otro flanco negativo en el caso del ciudadano colombiano que fue secuestrado varias semanas atrás en el Distrito Federal por policías y, luego de liberarse de una manera aún no detallada, está ya en su patria, donde ha hablado del trato salvaje que sufrió de parte de sus captores... En el tema venezolano, los demandantes mexicanos de información apenas ayer se atrevían a sugerir que ya tienen ciertos avances en cuanto a la identificación de los viajeros y a los datos comerciales de la nave, en una lamentable aceptación involuntaria del desorden extremo que se vive en nuestro país en rubros tan delicados como la aerotransportación privada internacional tan utilizada por el crimen organizado… Y, mientras el PRI se declara abiertamente dispuesto a intercambiar su voto a favor de las reformas político-electorales demandadas por el PAN por el de los legisladores de este partido en pro de las energéticas, y con la vista puesta en el congreso nacional del PRD, que en Oaxtepec intentará quitar candados estatutarios para dar vía libre al regreso de Cuauhtémoc Cárdenas a la dirigencia nacional del sol azteca, ¡feliz fin de semana, con el SNTE recibiendo apapachos pinoleros y generoso refinanciamiento de créditos a los profes institucionales!

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