El archivo fotográfico de Gustavo Casasola (1900-1983), primogénito del fundador de la primera agencia fotoperiodística del país, Agustín Víctor, es tan grande, que apenas ha salido a la luz 25 por ciento.

Se trata del acervo hermano menor y privado, del que desde los años 70 resguarda el Instituto Nacional de Antropología e Historia en el Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo) que se ubica en Pachuca, Hidalgo.

Desde hace tres años, la nieta de Gustavo, Vania Casasola (DF, 1978), emprendió el Proyecto Casasola México para difundir esa valiosa colección mediante una estrategia innovadora: la creación de una línea comercial que, por una parte, permite obtener recursos para la conservación y catalogación del material, pero también para brindar a las personas un punto de encuentro con el archivo y la historia.

Este sábado, se darán a conocer fotografías inéditas, entre ellas, una del pintor Gerardo Murillo, conocido como Dr. Atl, así como otras de la época porfiriana, muy ricas a la vista, con el apoyo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano. Presentaremos la foto y luego aparecerá, por ejemplo, la esposa de Porfirio Díaz narrando cómo era su vida al lado del presidente, o algunos de los habitantes de esa época hablando de las desigualdades sociales, detalla Vania Casasola en entrevista con La Jornada.

También se mostrarán algunos periódicos de 1905, así como una carta de 1909 de Aquiles Serdán a Porfirio Díaz, donde narra cómo lo querían matar en su casa de Puebla.

¡Es una maravilla!

Nuestra propuesta es que el público conviva más con las fotografías históricas que a veces piensa que ya conoce, pero no es así, no son las mismas y les puedo asegurar que no se las saben todas, añade Vania Casasola.

El Fondo Gustavo Casasola está digitalizado en 60 por ciento y por el momento conserva la clasificación que le dio el propio fotógrafo, la cual aprendió de su padre: judiciales, Revolución, personajes, retratos, presidentes, tipos y escenas populares, deportes, toros, teatros, interiores, exteriores, “¡es una maravilla! Hay mucho que nos falta conocer, son cerca de 200 mil piezas entre fotografías, negativos, documentos, correspondencia familiar, postales, invitaciones, credenciales y cartas oficiales de la época.

Queremos que el archivo se vuelva popular y familiar entre el público, siguiendo el espíritu de los Casasola que fue involucrarse en la conservación de estos documentos que forman parte de la historia de todos. Además, el acervo sigue siendo vigente para la documentación de investigadores.

La diseñadora reconoce que en un principio tuvo mucho miedo al impulsar el Proyecto Casasola México con la características de fusionar el diseño con la imagen histórica para ofrecer a las personas un cachito de historia para llevar, a través de colecciones de cojines, bolsos, libretas u otros objetos de la vida cotidiana.

Fue un reto. Pero la respuesta ha sido muy buena. Hay mucho afecto de las personas hacia todo el acervo. Los mayores entran con sus descendientes, miran las imágenes y comienzan a contarles historias. Nos piden y agradecen esta oportunidad de poder convivir con la historia de México. Y esa es nuestra intención con este proyecto, que el público pueda revalorizar nuestro propio pasado, tomarle cariño, pensar no es malo ser mexicano y no ser malinchista.

El archivo de Gustavo Casasola es básicamente de investigación, a diferencia del que se encuentra en el Sinafo “este contiene mucho material familiar, libros de cuenta, cartas de los primeros socios, postales y comentarios que mi abuelo hacía acerca de algunas imágenes.

“A través de ese material he aprendido a conocerlo, era un relajiento de lo peor, impulsivo, muy buen hijo, cariñoso, pero también muy valeroso. Trabajaba muchísimo. Hay una anécdota de cuando se fue a pasar unos días a la hacienda de Pancho Villa, cuenta que llegó el general cargando un colchón y se lo dejó a sus pies diciéndole ‘ándele, delgadito, pa’ que se acueste’

Retrató la historia de México

“Gustavo Casasola –prosigue su nieta Vania– era súper culto, se sabía muy bien la historia de México; porque él la vivió y la retrató porque también acompañó a su padre en muchas de sus coberturas. Fue mi propio abuelo quien, en representación de toda la familia, hizo la entrega formal del archivo de su padre a la fototeca de Pachuca. Luego siguió haciendo sus ediciones de la historia gráfica de la Revolución: publicó muchos títulos”.

La presentación del material inédito tiene como título Revolución Atl: homenaje al paso de Gerardo Murillo por la Revolución. La cita es los sábados 16 y 23 de noviembre a las 16 horas, y los días 30 de noviembre, 10 y 14 diciembre a las 13 horas, en el jardín principal de Plaza Grand San Ángel (calle Amargura 17, San Ángel).

Más información en la página electrónica de Casasola México: facebook: casasola.mexico.