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Perdió el DF 17 mil 850 ha de cultivo en 28 años: legisladora

Promueve Angelina Hernández Solís en la ALDF cambios a la Ley de Adquisiciones

Pese a ello, en el campo citadino se sigue sembrando gran variedad de productos

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La zona agrícola de la delegación Tláhuac, donde los pobladores se organizan para impedir a inmobiliarias apoderarse de sus tierrasFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de noviembre de 2013, p. 39

En el Distrito Federal decayó la producción agrícola, la cual pasó de 37 mil 195 hectáreas en 1983 a 19 mil 340 hectáreas sembradas en 2011. En esos 28 años, el campo de la ciudad de México perdió 17 mil 855 hectáreas de cultivo, señaló la diputada local Angelina Hernández Solís.

Ante esa situación, promueve en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal modificar la Ley de Adquisiciones local para que el gobierno capitalino incorpore la compra obligatoria de un porcentaje de la producción agrícola local, otorgue anticipos a los agricultores y promueva la venta de productos del sector primario en el mercado laboral.

Las modificaciones buscan generar un verdadero cambio en el combate al hambre mediante el apoyo al campo del Distrito Federal, dijo la legisladora. Agregó que la evolución física de la ciudad ha generado un efecto de despoblamiento urbano, así como la absorción o destrucción indiscriminada de las áreas rurales periféricas, en perjuicio del sector primario de la capital.

A pesar de ello, en la ciudad de México se produce gran variedad de productos, siendo los más importantes, en cantidad de hectáreas cosechadas, la avena forrajera, con 7 mil 460 hectáreas (ha); maíz en grano, 5 mil 497 ha; nopales, 4 mil 337 ha; brócoli, mil 37 ha; romeros, 688 ha y elote, 602 ha.

No obstante, un enfoque que combine la agricultura y el desarrollo rural sostenible, que promueva no sólo el aumento de la productividad, sino también la justa remuneración de la mano de obra y su instrucción, así como el acceso a los recursos, puede propiciar seguridad alimentaria y generar crecimiento económico, al tiempo que se atendería la demanda urbana de alimentos, con disponibilidad de productos, promoción del mercado, gestión de los recursos naturales y acceso a los servicios básicos.