Opinión
Ver día anteriorSábado 2 de noviembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

PIB: flaco y descangallado

SHCP: famélica esperanza

Reactivar el motor interno

A

escasos dos meses de que concluya este ajetreado año, parece que el único que aún pronostica un crecimiento de 1.7 por ciento en 2013 es el esperanzado secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y tecnócratas que lo acompañan. Pero aun en el supuesto de que, por fin, en algo atinara, tal proporción no sólo quedaría 50 por ciento por debajo de lo originalmente comprometido, sino que resultaría a todas luces insuficiente para siquiera comenzar a salir del estancamiento, por decirlo suave.

Falta muy poco para levantar la copa y brindar por el nuevo año (el cual, dicho sea de paso, tampoco pinta todo lo bien que se quisiera), y los pronósticos económicos para el caso mexicano se mantienen en descenso, incluso por debajo del famélico optimismo de los muchachos de Hacienda. Tal es el caso de los especialistas en economía del sector privado que mes tras mes encuesta el Banco de México.

Se trata de 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero que tienen la mira puesta en el comportamiento y la perspectiva de la economía mexicana, y en este sentido los especialistas que los conforman de nueva cuenta redujeron su pronóstico sobre el crecimiento interno: de 1.43 por ciento al cierre de septiembre pasado a 1.24 por ciento en octubre recién concluido.

Pero el tijeretazo no quedó allí. Aún no arranca 2014 y el pronóstico para ese año también fue modificado a la baja: de 3.59 a 3.41 por ciento, con todo y reforma fiscal aprobada y la energética en vías de autorización. De igual forma para 2015 el pronóstico desciende de 4.08 a 4.01 por ciento, con lo que, de cumplirse tales estimaciones, en la primera mitad del gobierno de Enrique peña Nieto el promedio anual de crecimiento no pasaría de 2.88 por ciento, una proporción casi mágica comparada con el registro de Felipe (1.8 por ciento anual en el sexenio), pero muy por debajo del mínimo necesario para comenzar a salir del hoyo (sólo para eso).

Mientras el México que todos queremos (Peña Nieto dixit) se mantiene en lista de espera, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, consideró que el escenario de la producción industrial en Estados Unidos comienza a mostrar un mejor panorama, pues en septiembre reportó un incremento de 3 por ciento en forma anualizada, cifra mayor a las exhibidas en meses anteriores. Sin embargo, es necesario revisar los datos con cautela, ya que las manufacturas no tuvieron una injerencia importante en dicho crecimiento debido a que éstas tan solo aumentaron 0.1 por ciento en términos mensuales, las cuales, además, son un renglón clave para que la producción industrial exhiba crecimientos sostenidos en el largo plazo.

Adicionalmente, las cifras de empleo para el vecino país muestran un avance del 1.7 por ciento para septiembre de 2013, el cual resultó menor a lo esperado. Se observa que tanto la nómina no agrícola como la del sector privado exhiben movimientos alcistas, al igual que comercio y finanzas, pero los sectores de manufacturas, construcción, ocio y hotelería reportan señales de estancamiento. En este sentido, los efectos del cierre temporal de algunas actividades del gobierno se verán reflejados hasta octubre. Tomando en cuenta lo anterior, la mejora relativa en la actividad industrial estadunidense generó efectos positivos en la balanza comercial mexicana. Las exportaciones totales tuvieron un incremento de 7.2 por ciento a tasa anualizada, impulsadas en gran medida por el sector automotriz, en tanto que las importaciones se incrementaron 5.2 por ciento, debido principalmente al aumento exhibido en los bienes de consumo.

Aun así, al analizar el acumulado tanto de importaciones como de exportaciones hasta septiembre, las cifras todavía se encuentran por debajo de los niveles presentados el año pasado, lo cual indica que la mejora reportada en el mes pasado aún es insuficiente para compensar el bajo desempeño mostrado durante la primera mitad de 2013. En este sentido, es necesario impulsar y fomentar el desarrollo del mercado interno de nuestro país de forma tal que la economía posea motores adicionales a las exportaciones no petroleras y a su vez esto se traduzca en un mayor nivel de crecimiento económico.

Por su parte, la actividad estatal que presenta sus cifras actualizadas hasta el segundo trimestre del año refleja un avance en la actividad económica de las entidades federativas. Sin embargo, dicho avance no considera los cambios en la actividad económica nacional para los meses posteriores a julio del presente año, los cuales, como lo reflejan las cifras de actividad industrial e inversión, sufren una ligera moderación en su dinamismo en comparación a años anteriores.

Un mejor panorama en la actividad industrial de Estados Unidos podría impulsar en cierta medida la evolución de México para lo que resta de 2013, aunque es importante que la economía mexicana desarrolle mecanismos de mercado interno que le permitan sortear los eventos económicos externos adversos y que estos, a su vez, le permitan generar tasas de crecimiento significativas.

Las rebanadas del pastel

SOS desde Chetumal, Quintana Roo: “el 22 de octubre me ofrecieron una ‘magnífica oportunidad’ en la sucursal centro de Banamex: un nuevo empréstito por 108 mil pesos, a pagar en 72 quincenas, con el fin de aumentar mi línea de crédito de nómina a dicha cantidad, de la que se pagaría el saldo pendiente hasta ese día (38 mil pesos), y la diferencia se depositaría en mi cuenta de nómina. Acepté, bajo la premisa de que si bien iba a seguir pagando un crédito por tres años, obtendría liquidez adicional. La ejecutiva Mildred Martín me hizo el trámite y comentó que la aprobación se daría en un plazo de 48 a 72 horas. El día 25, a las 17:28 horas, me depositaron 40 mil pesos, que automáticamente saldaron el crédito pendiente. Cuatro minutos después, Banamex retiró de mi cuenta 968.55 pesos adicionales, y me quedaron, imagino que de propina, 996 pesos. Del resto de los 108 mil pesos, que fue por lo que acepté volver a endeudarme por tres años, no he tenido ningún depósito ni explicación alguna. Espero que se trate de un error del sistema, porque de otra manera se podría tomar como algo peor que agio, robo, abuso de confianza y/o fraude. Banamex me debe una respuesta, ya sea depositando la diferencia de los 108 mil pesos o cancelando la ‘súper oportunidad’ de seguir pagando por tres años, para dejar mi crédito anterior como estaba” (Jorge Barrientos Vivas, [email protected]).

Twitter: @cafevega