Estados
Ver día anteriorMiércoles 23 de octubre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Grupo evangélico se queja de persecución e intolerancia

Cancela el gobierno de Hidalgo acto religioso en la plaza Juárez de Pachuca
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de octubre de 2013, p. 37

Pachuca, Hgo., 22 de octubre.

La Alianza de Pastores de Iglesias Cristianas Evangélicas de Hidalgo (Apiceh), que agrupa a unas 25 mil familias de la entidad, acusó al gobierno de Francisco Olvera Ruiz de persecución e intolerancia religiosas por cancelar con menos de 24 horas de anticipación el uso de la plaza Juárez para el acto masivo Hidalgo comprado con la sangre de Cristo, autorizado por la Secretaría de Gobernación (SG).

Cuando ya estaba todo listo (logística, sillerío, bocinas y templete) vino la orden de Fernando Moctezuma Pereda, secretario de Gobierno, para que se nos impidiera el uso de la plaza que el 3 de septiembre solicitamos al mismo funcionario, dio a conocer el pastor Pedro Pérez Pardo, coordinador del acto.

José Luis Ríos, presidente de la Alianza Ministerial de Pachuca, dijo que detrás de los ataques de la prensa regional contra la Apiceh por el supuesto uso de símbolos patrios en su convocatoria está Moctezuma Pereda, quien el 3 de septiembre dijo que no había impedimento para usar la plaza Juárez el 22 de octubre.

La concentración de evangélicos procedentes de al menos 34 municipios de Hidalgo, así como de los estados de México, Chiapas y Tabasco, debió cambiarse a última hora a la plaza Bicentenario, a las afueras de Pachuca.

No es la primera vez que el gobierno de Hidalgo viola el derecho de los cristianos evangélicos a manifestarnos pacíficamente; nos tratan como ciudadanos de cuarta, se quejó Onésimo Román Torres, ex presidente de la Alianza de Pastores de la Apiceh.

Según el oficio firmado por el director general de la Subsecretaría de Desarrollo Político y Asuntos Religiosos del gobierno de Hidalgo, Juan Andrés Marín Celedonio, la negativa se fundamentó en el principio de separación Iglesia-Estado, el respeto irrestricto a la protección de derechos de terceros y las políticas de equidad que permiten la convivencia armónica. Además adujo que no contaba con recursos para pagar 84 autobuses que transportaran a los concurrentes a sus lugares de origen ni podía facilitarles 5 mil sillas.