Sociedad y Justicia
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El rezago impide, además de su óptimo desarrollo, el de sus familias, advierte

Persiste la brecha entre mujeres del área rural y la urbana, asegura el Conapo

Conmemoran día internacional, establecido en 2007 por la Organización de Naciones Unidas

 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de octubre de 2013, p. 45

Las mujeres que viven en zonas rurales mantienen un rezago respecto de quienes viven en las ciudades, particularmente en materia educativa, laboral y en acceso a la salud sexual y reproductiva. Por ejemplo, 93.7 por ciento de las mujeres de zonas urbanas saben leer y escribir mientras en las rurales la cifra es de 83.7 por ciento, exactamente 10 puntos porcentuales menos.

La aportación de las mujeres rurales en sus comunidades y en el interior de sus familias ha cobrado cada vez más importancia, a pesar de ello, siguen siendo uno de los grupos con mayores desventajas y rezagos que impiden no sólo su óptimo desarrollo, sino el de sus familias, advirtió el Consejo Nacional de Población (Conapo).

Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales (establecido por las Naciones Unidas en 2007) fueron difundidos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del segundo trimestre de este año.

En México viven 27.4 millones en zonas rurales; del total de mujeres en el país, 77.2 por ciento viven en las ciudades y el resto, en el campo.

Sin embargo, la brecha entre uno y otro sector se acorta según la edad de las mujeres, es decir, entre más jóvenes más se acercan a las características de la población urbana y viceversa.

Casi 80 por ciento de las mujeres de 65 años o más que viven en las ciudades saben leer y escribir, mientras el nivel de sus pares del campo es de apenas 49 por ciento.

También la deserción escolar aumenta por zonas; en ciudades, 70.6 por ciento de las adolescentes asisten a la escuela, mientras en el área rural el porcentaje es de 50.2 por ciento.

En cuanto a la permanencia en las aulas, 29.9 por ciento declaró tener educación media superior o superior, en tanto en el medio rural sólo tiene este nivel académico 10 por ciento de ellas.

Predomina en el campo el trabajo doméstico y el autoempleo

En el ámbito laboral, se repite la proporción: en las zonas rurales predomina el trabajo doméstico y las actividades sin remuneración y el autoempleo. Por ejemplo, mientras en las urbes 6.5 por ciento trabajan sin recibir salario, en el campo la proporción aumenta a 16.9 por ciento.

El Conapo refirió datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 relacionado con la salud sexual y reproductiva. De nueva cuenta las diferencias entre mujeres de las zonas mencionadas es amplia, según el nivel de escolaridad.

Existe una relación proporcional entre escolaridad y prevalencia en el uso de métodos anticonceptivos entre las mujeres de edad fértil unidas, es decir, a mayor nivel de escolaridad, mayor es el uso de métodos de planificación familiar; la brecha entre mujeres rurales y urbanas persiste, dijo el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación.