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En la emotiva ceremonia se compartió el último mensaje del Nobel: No tengas miedo

Irlanda despide con poesía y dolor a Seamus Heaney en su funeral

Acudieron líderes políticos de ambas partes del país, así como novelistas y músicos

Cayó un gran roble, mucha gente se cobijó bajo su sombra, expresó el escritor Theo Dorgan

Foto
Seamus Heaney en una fotografía de 1996Foto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 3 de septiembre de 2013, p. 5

Dublín, 2 de septiembre.

Irlanda lloró la pérdida de su poeta ganador del premio Nobel, Seamus Heaney, con cantidades iguales de poesía y dolor el lunes en un funeral lleno de momentos memorables y un mensaje final del autor: No tengas miedo.

Entre los asistentes a la iglesia del Sagrado Corazón en Dublín, de fe católica, se encontraban líderes del gobierno de ambas partes de Irlanda, poetas y novelistas, así como Bono y The Edge, de la banda de rock U2, y el ex rehén libanés Brian Keenan.

El más prominente gaitero irlandés, Liam O’Flynn, interpretó una pieza de lamento profundo antes de que varios familiares y amigos leyeran fragmentos de la Biblia y de sus recuerdos con el poeta más famoso del país en el siglo XX. La misa de 90 minutos terminó con la interpretación de un chelista a una canción de cuna, Brahms’s Lullaby.

Heaney ganó el Premio Nobel de literatura en 1995 por sus obras inspiradas en las maravillas rurales de Irlanda, las revueltas en su Irlanda del Norte natal, las antiguas civilizaciones europeas, el misticismo celta, la fe católica y la inmutabilidad de los lazos familiares. Murió el viernes en un hospital de Dublín, a los 74 años.

Durante su participación, uno de los tres hijos de Heaney reveló las últimas palabras del poeta, un mensaje de texto desde la cama del hospital para su esposa, Marie.

“Las escribió pocos minutos antes de morir en su amado latín y decían: ‘Noli timere’, o sea, no tengas miedo”, dijo Michael Heaney llevando a las lágrimas a muchos asistentes, incluso a Marie y a la hija del poeta, Catherine, quienes estaban sentadas en primera fila frente al ataúd lleno de flores.

Los hijos varones del poeta, Michael y Christopher, así como otros familiares cargaron el féretro de la iglesia al exterior; el día era bastante soleado y cientos de personas aplaudieron espontáneamente cuando el ataúd salió a la luz.

Uno de los poetas que leyó oraciones a los dolientes, Theo Dorgan, dijo que muchos amantes de la poesía del mundo querían que Heaney viviera mucho más, por su fortaleza mental y vigor. También destacó que Heaney había regresado a presentarse alrededor del mundo para lecturas y seminarios tras el derrame cerebral que sufrió en 2006.

Cayó un gran roble, mucha gente se cobijó bajo su sombra, bajo las hojas y bajo la luz de ese roble que era Seamus. Amplió nuestra idea de lo que puede ser poesía, dijo Dorgan en una entrevista.

El cortejo fúnebre de Heaney tuvo que desplazarse varias horas de Dublín hacia el norte, a la casa de la familia de Heaney en Bellaghy, pueblo de Irlanda del Norte que fue la inspiración de gran parte de su obra. El poeta sería enterrado junto a su familia en el cementerio de Bellaghy.

Miles escribieron sus condolencias el lunes en Dublín, Belfast y la ciudad de Irlanda del Norte de Londonderry, donde Heaney estuvo en un internado católico en la década de 1950. El domingo, unas 80 mil personas guardaron un minuto de silencio y aplaudieron en memoria del autor en un partido de futbol entre Dublín y Kerry.