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El MAM debe mandar las obras que incorporó Fernando Gamboa, propone Berta Taracena

Piden ampliar el acervo del Museo Tamayo para que explique al pintor

El pasado lunes se cumplió el 114 aniversario del natalicio del artista oaxaqueño

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Rufino Tamayo junto a su obra Picasso al desnudo, de 1990Foto Rogelio Cuéllar
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de agosto de 2013, p. 5

“El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) debe reordenar su catalogación y mandar al Museo Tamayo Arte Contemporáneo todo, o casi todo, el acervo del Museo de Arte Moderno (MAM) que Fernando Gamboa incorporó –37 piezas– de obra de Rufino Tamayo”, propuso la crítica de arte Berta Taracena al participar la noche del miércoles en un homenaje al artista oaxaqueño, quien el lunes 26 hubiera cumplido 114 años.

Además de anotar que en el MAM tienen la costumbre de atesorar en bodegas su gran colección, Taracena manifestó su deseo de que en el Museo Tamayo haya ya, de manera permanente, y sin amenazas, una explicación más amplia de lo que hizo Tamayo. La reorganización del acervo artístico del INBA debería aplicarse a todos sus museos, acotó.

De acuerdo con la escritora, al parecer Tamayo había destinado 10 obras de su creación para su museo abierto en 1981. Pero, “para el espacio del museo siempre se pensó que era un acervo muy pequeño para explicar a Tamayo. Con el tiempo hemos visto que se extendió más el museo, quedó aún más reducida la colección que dejó Tamayo.

Me decía Rosa María Bermúdez (sobrina de Olga y Rufino Tamayo) que junto con su hermana María Elena acaban de facilitar un préstamo para el anexo del museo, un número importante de obra, que supongo será temporal. Lo que propongo es un acervo más permanente para el Museo Tamayo, ya sin el peligro de que nos digan que es muy reducido el acervo.

El homenaje, organizado por la secretaría de cultura del PRI, encabezada por Beatriz Pagés, se llevó acabo en el Club de Industriales en el área donde se aprecia el mural Energía, pintado por Tamayo en 1969.

María Elena Bermúdez, autora del libro Los Tamayo, un cuadro de familia, hizo hincapié en la labor filantrópica de sus tíos, llevada a cabo de manera discreta. La investigadora y curadora Ingrid Sukaer se refirió a los aspectos de la personalidad del homenajeado que lo destacan como sumamente consciente de quién era, como quitarse el apellido paterno desde los 11 años ante el abandono de su progenitor.

“Desde que decidió llamarse Rufino Tamayo tuvo la capacidad de preguntarse: ‘¿quién soy?’, ‘¿qué tengo?’, ‘¿qué puedo lograr?’, y descubrió que era un hombre con gran potencial, lo cual hizo que tuviera gran confianza en sí mismo, al punto de que a los 26 años partió para Nueva York sin hablar inglés”, señaló la autora de Rufino Tamayo: aproximaciones, biografía del artista.

El escritor Jaime Moreno Villarreal, por su parte, habló del mutuo homenaje que Octavio Paz y Tamayo se rindieron en vida, a quienes calificó como “dos figuras señeras, como se dice, dos rebeldes, dos personajes que lucharon a contracorriente en su época.

Me impresiona el tablero de emociones con el cual Tamayo expresa su pintura. No le tiene miedo a la alegría, a la tristeza, al drama, al odio, a todos los sentimientos inmersos en su pintura, dijo la escritora y editora Lupina Lara.

Presente en el acto, César Camacho, presidente del PRI, externó en entrevista que Rufino Tamayo nos sigue dando motivos para el orgullo, por su acendrada mexicanidad. Por ello el PRI ha decidido reforzar su programa cultural con uno de los mexicanos más universales y más conocidos.

El político adelantó que se prepara un libro conmemorativo de los 50 años del mural que Francisco Eppens pintó sobre la fachada del edificio principal de la sede del partido.