Mundo
Ver día anteriorLunes 26 de agosto de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Tensión ante la audiencia de la Corte argentina sobre Ley de Medios

Campaña golpista contra Cristina Fernández, advierten intelectuales y legisladores oficialistas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 26 de agosto de 2013, p. 24

Buenos Aires, 25 de agosto.

Intelectuales y legisladores oficialistas advirtieron aquí sobre una campaña mediática destituyente (golpista), política e incluso judicial contra el gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, con ataques personales hacia la mandataria que, consideran, han sobrepasado los límites de la convivencia política, al desconocer los conceptos éticos.

Figuras representativas de Carta Abierta, que reúne a entre otros intelectuales a Horacio González, Vicente Batista, Horacio Verbitsky, criticaron fuertemente la campaña contra la presidenta. Una postura similar asumieron legisladores oficialistas Diana Conti, Jualiana Di Tullio y Juan Cabandie.

El próximo miércoles se realizará una audiencia pública convocada por la Corte Suprema de Justicia citando al gobierno y a los directivos del grupo de Multimedios Clarín, para debatir la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, como paso previo a que el tribunal se pronuncie sobre la constitucionalidad o no de los artículos cuestionados por este grupo mediático.

A intelectuales y congresistas oficialistas les sorprende la actitud de una Corte Suprema que llame a debatir al Estado con un monopolio, una ley aprobada por el Congreso en 2009, reconocida por esta institución y que no puede ser aplicada en todos sus aspectos por la negativa del Grupo Clarín a cumplir los artículos antimonopólicos, que todos los otros conglomerados de medios se dispusieron a cumplir.

En ese contexto, la semana pasada Clarín y sus aliados incrementaron la campaña desestabilizadora, señala hoy el periódico Miradas al Sur.

Tras la denuncia de la que se debió retractar el periodista opositor Jorge Lanata sobre el supuesto depósito de dinero procedente de la corrupción hecho por Fernández de Kirchner en las islas Seychelles, sectores profesionales, periodistas, artistas repudiaron al periodista Nelson Castro (también médico), quien además de advertir que los médicos de la presidenta estaban preocupados por su salud emocional, se atrevió a un diagnóstico sorprendente: señora presidenta usted tiene síndrome de Hubris, que supone una enfermedad de poder, para después dar a entender que la mandataria no podía seguir gobernando.

El director de Bioética del Hospital de Clínicas, Juan Carlos Tealdi, advirtió que Castro ha saltado unas cuantas barreras, se aprovecha de su título médico para darle legitimidad a su discurso. También intervino la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FePRA) y la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.

El presidente de la FEPRA, José Molina, expresó que hay una descalificación basada en el género: es lo más machista que hay, asociar a la mujer que rompe privilegios y normas prestablecidas con un desequilibrio mental. Es machismo de vieja raigambre. A las Madres de Plaza de Mayo las tildaron de locas para descalificarlas durante la última dictadura militar, recordó.

De la misma manera, diversos fallos de la justicia en los últimos tiempos han favorecido ostensiblemente a los medios y grupos que enfrentan al gobierno. El pasado 12 de agosto, la sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial le concedió al Grupo Clarín una medida cautelar que suspende de manera provisional un artículo de la Ley del Mercado de Capitales que habilita a la Comisión Nacional de Valores a intervenir empresas en las que se hayan vulnerado los intereses de los accionistas minoritarios.

En este escenario transcurre la campaña para las elecciones legislativas de octubre próximo, con mensajes apocalípticos de final de un ciclo. Hubo intentos de asumir desde ya y por cifras que son una estimación en la reciente elección primaria para elegir candidatos, intentó la oposición asumir desde ya la presidencia de Diputados en el Congreso, a lo que no se prestaron algunos políticos más serios.