Cultura
Ver día anteriorDomingo 11 de agosto de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Hay un problema en la enseñanza: lleva a la gente a otros géneros: Anthony Stanton

Para que guste la poesía hay que cambiar el sistema educativo

El investigador del Colmex presenta hoy en Bellas Artes una edición facsimilar hasta ahora desconocida del poema Nocturna rosa, de Xavier Villaurrutia, con ilustración de Agustín Lazo, de 1937

 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 2

Hay una responsabilidad en el sistema educativo mexicano de acercar a los jóvenes a la buena literatura, al pensamiento, la filosofía, la música y a otras cosas. Es necesario pensar en mejores maneras de hacerlo, porque la verdad es que en México el sistema educativo está por lo suelos. Lo sabemos, señala el investigador Anthony Stanton, de El Colegio de México (Colmex), quien en esta ocasión se dio a la tarea de rescatar una edición casi perdida del poema Nocturna rosa, de Xavier Villaurrutia, que se presenta hoy a las 12 horas en el Palacio de Bellas Artes.

Es triste decirlo, pero así es, realmente hay un nivel bajísimo, un descuido que se debe a muchas cosas, que van desde la gran corrupción que domina en el sindicato de profesores, que ha sido un instrumento político, de grupos, y la falta de capacidad de las autoridades, de los políticos en el poder, de hacer una reforma real de este sistema. Ninguna reforma ha producido, hasta ahora, ningún resultado, añade en entrevista.

La degradación en el sistema, advierte, ya es muy fuerte y está dañando a México como país, y el potencial de crecimiento económico de México está en juego. El sistema educativo determina el futuro del país, eso es lo grave, es un asunto muy grave para México. Claro, en ese sistema educativo, en la formación tiene su lugar el acercamiento a esa rama peculiar de la literatura que es la poesía.

Anthony Stanton llegó a México por primera vez en 1979 para conocer a Octavio Paz y hacer su tesis de doctorado acerca de él. Regresó en 1983, y desde entonces vive en el país. Investigador y profesor de poesía en el Colegio de México se naturalizó mexicano a mediados de los 80. En esta ocasión charla con La Jornada acerca de Nocturna rosa, cuya edición original fue de sólo 11 ejemplares, y de los problemas de enseñar a leer poesía.

–Más que el rescate de un poema, como se ha publicado, esta edición es el rescate de un libro.

–En este caso el libro es el poema, más la ilustración de Agustín Lazo, que no se conocía. Cuando Miguel Capistrán, amigo mío que murió hace poco y gran conocedor de los Contemporáneos, me llamó, me dijo que me quería enseñar algo, y fue este folleto original de 1937, que yo nunca había visto. Es un libro rarísimo, la primera edición. El lo compró en una librería de viejo y me lo regaló, y pensé que había que compartirlo. Esto nadie lo conoce, ni los estudiosos de Villaurrutia, ni Luis Mario Schneider, ni Rosa García Gutiérrez, en España, que hizo la edición con la obra poética; nadie ha visto el folleto”.

A partir de ahí nació la idea de publicar esta edición facsimilar, publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, “para que la gente aprecie la belleza del libro y, claro, es otro pretexto para volver a leer el poema, que sí se conoce, porque está en Nostalgia de la muerte, pero no se conocía esa primera edición que habla mucho del gusto de Villaurrutia: primero hacerlo con un pintor (Lazo) y no sólo eso: es la gran época de Villaurrutia como poeta, cuando escribe sus mejores poemas, entonces hay que dar a conocer esto y por un estudio mío del poema, porque el poema me fascinaba desde años atrás”.

Stanton fue el encargado de escribir el epílogo en esta nueva edición. Un amplio estudio dedicado a Nocturna rosa. No es la primera vez que el investigador escribe acerca de la obra de Villaurrutia, pero sí es la primera ocasión en la que hace una lectura detallada de un solo poema.

–¿Por qué explicar un poema?

Foto
La degradación en el sistema ya es muy fuerte y está dañando a México, cuyo potencial de crecimiento económico está en juego, consideró Stanton, en la imagen, captada en 2004Foto Carlos Ramos Mamahua

–Porque hay un gran problema hoy día, en todas mis clases he reflexionado sobre eso, valdría la pena escribir un libro sobre eso: la dificultad de enseñar poesía hoy día.

–¿Leerla o escribirla?

–Leerla y estudiarla. Creo que escribirla es otra cosa, para eso uno puede ir a un taller y hablar con un poeta. Si uno quiere ser creador está la tradición de los talleres. La lectura de la poesía y el estudio de la poesía implican otro tipo de problema. En mis clases siempre empiezo tratando de quitar los prejuicios, muchos que no tienen ningún problema en leer una novela de 400 páginas dicen que les da miedo la poesía, que no se sienten seguros.

“No es fácil, pero hoy día hay predomina la narrativa, es el género que más se vende, hay más premios para narradores, es el género del mercado y, claro, como la poesía no se vende mucho es difícil imaginar una poesía hecha para el mercado. Creo que en narrativa se puede hacer, hay una de fácil consumo, light. En poesía no es así; siempre va a ser un género minoritario, pocos lectores, muy fieles, pero muy pocos, que me hace pensar en el mismo Villaurrutia, él tenía esas ideas hace más de tres cuartos de siglo, cuando hablaba de arte para todos a condición de que todos sean unos pocos.

Era elitista... una edición de 11 ejemplares es casi increíble. ¿Para qué publicar si sólo va a haber 11 ejemplares de un libro? Es un objeto personal, como la poesía, actividad personal que habla del mundo interior del poeta.

–¿Cómo cambiar esto?

–De varias maneras, desde luego habría que cambiar todo el sistema educativo para fomentar ese gusto e interés, primero por el lenguaje, la poesía simplemente es un objeto lingüístico verbal que emplea palabras de manera peculiar, es cierto. Lo primero es el gusto por las palabras, el lenguaje en sí, siento que hay algo que pasa en el sistema educativo. En los niños hay receptividad. Es más fácil enseñar poesía a pequeños de kínder que a estudiantes de doctorado en el Colegio de México, y esto no puede ser.

“Con los niños hay una forma natural de jugar con palabras, pero algo pasa después que ese niño, cuando se vuelve adolescente o adulto, se cierra y piensa que para ser maduro y racional hay que emplear el lenguaje de manera distinta, racional, buscando el significado único.

“No es fácil cambiar eso, pero sí significa que la poesía es una actividad minoritaria en las sociedades modernas, que nunca va a haber muchos lectores de poesía o que los poetas que se vuelven realmente populares es porque explotan otra veta, como la poesía amorosa en Sabines o Neruda, que llegaron a tener un público grande, o los poetas políticos. Por el otro tenemos a los poetas muy difíciles, como Gorostiza, Villaurrutia o Paz, que nunca van a tener muchos lectores.

Hay un problema en la enseñanza, en la recepción de la poesía, que va alejando a personas muy sensibles tal vez para narrativa, ensayo y otros géneros y no saben cómo acercarse a la poesía, puntualiza Stanton, quien actualmente prepara tres libros acerca de Octavio Paz, cuya publicación será el próximo año con motivo del centenario del nacimiento del Premio Nobel: el primero, acerca de la obra de Paz desde la primera época hasta la publicación de Piedra de Sol, que se titula El río reflexivo; el segundo es la correspondencia de Paz con su par británico Charles Tomlinson, y un tercero con notas, artículos, poemas y ensayos que nunca recopiló el autor de El laberinto de la soledad.