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Según algunos líderes, el proyecto que será discutido hoy tiene tintes priístas

No se salva la reforma estatutaria de la división que impera en Acción Nacional

El punto que despierta mayor controversia es la creación de una supercomisión permanente

 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de agosto de 2013, p. 8

El Partido Acción Nacional (PAN) no supera sus divisiones en la muy cabildeada reforma estatutaria que discutirá hoy. Sólo el grupo de Gustavo Madero defiende los documentos en todos sus términos y los llama democratizadores. Las demás corrientes muestran reservas. Dicen que el proyecto de armonización de los cambios aprobados en la asamblea nacional de marzo, tenido como un agregado, mutila los alcances del voto universal directo de la militancia para elegir a los dirigentes del partido y tiene tintes priístas.

Pero, así y todo, se aprestan a aprobar los cambios. “Es mejor esto a que siga el statu quo”, concluye Javier Corral, promotor del sufragio universal, método que da un viraje en la historia de un partido acostumbrado a los acuerdos entre las elites.

Después de la derrota de 2012, los panistas propusieron refundarse para regresar al gobierno. Con ese fin decidieron cambiar sus estatutos. Pero un año después tienen un confuso proyecto de reforma que pocos entienden por ser un híbrido entre la democracia directa y los arreglos cupulares.

El punto que despierta mayor controversia es la transformación de la comisión permanente del consejo nacional en un órgano superpoderoso, pues absorbe facultades del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que sí es elegido por voto directo, en contraposición con el primero, que será integrado por votación del consejo.

Por esta razón, los grupos volverán a ser decisivos en la integración de los órganos partidistas, se queja Corral, aunque adelanta que no impugnará el plan de armonización.

Al igual que el senador, representantes de otras corrientes inconformes, como el calderonista Roberto Gil Zuarth, se inclinan porque la asamblea concluya para evitar un escenario de incertidumbre por eventuales vacíos legales que deriven en litigios ante los tribunales.

Opinan en este sentido porque lo importante para los grupos es, como dice Gil, definir las reglas de la sucesión en la dirigencia nacional y que haya un piso parejo para todos.

¿Qué queda por votar?

Hoy, en la reanudación de la 17 asamblea nacional extraordinaria, a la que no asistirán el ex presidente Felipe Calderón ni su esposa Margarita Zavala, porque se encuentran fuera del país, los panistas primero deben reunir y mantener el quórum en la Arena Ciudad de México (se requieren 22 delegaciones estatales con dos terceras partes de sus integrantes) para no repetir la historia de marzo, cuando se inició el encuentro convocado para reformar los estatutos, pero fue suspendido porque los delegados abandonaron el recinto.

Con el fin de evitar que esto vuelva a ocurrir, los grupos quieren agilizar los trabajos y aprobar en paquete el proyecto de armonización, para dar paso a la discusión de unos 50 artículos pendientes.

Entre los temas que restan por abordar se encuentran varios polémicos, como los métodos de designación de candidatos a puestos de elección popular y el ordenamiento de las plurinominales.

Puntos polémicos

Corral critica que la comisión encargada de armonizar los estatutos empezó tratando de honrar el mandato original de la asamblea de marzo (el del voto universal y directo de la militancia), pero terminó mutilando una parte muy importante.

Argumenta que sólo se elegirá de manera directa al presidente del partido, el secretario general y una miniplanilla de siete miembros para el comité ejecutivo nacional, mientras la comisión permanente quedará integrada en votación del consejo nacional: dos terceras partes a propuesta del dirigente nacional, y la restante, a sugerencia de los consejeros.

Gil Zuarth cuestiona las facultades de la supercomisión permanente, ya que “tiene una lógica muy parecida a los órganos de gobierno del PRI, donde están representados los sectores, actores relevantes y las autoridades políticas. El PAN había tenido la virtud de separar la dinámica del partido de la del gobierno, y por eso el CEN no comprendía como miembros ex oficio a los gobernadores, para mantener cierta distancia de los gobiernos”.

Esta comisión, alega, absorbe facultades no sólo del CEN, sino también del consejo nacional, sin tener la legitimidad del voto de los militantes. Esta situación puede generar disputas con el comité, que sí es votado de manera directa.

De las 16 atribuciones que tiene la poderosa comisión se encuentran la aprobación de alianzas con otros partidos, definir la línea política partidista y revisar las finanzas internas. En los hechos, asume tareas que llevaba a cabo el comité ejecutivo, el cual sólo tendrá facultades operativas, según la propuesta de armonización.

El senador Héctor Larios reconoce que muchos están en desacuerdo con la elección directa del dirigente y asegura que de hecho este esquema ya fracasó en el PRI y el blanquiazul. Sin embargo, lo aprobó la mayoría y debe ser regla.

Además, la reforma por sí sola no resuelve la crisis del partido, explica, al señalar que falta aclarar las propuestas del PAN ante la sociedad, terminar con las disputas, volver a ser un partido institucional y respetar las reglas, porque hoy todo mundo se las brinca.

El diputado Jorge Villalobos, del círculo de confianza de Madero, rechaza que la elección directa le convenga al actual dirigente. Yo diría que conviene a los militantes y a quienes quieren que su voz sea escuchada, establece.

En el supuesto de que la asamblea de este día (a la que están invitados gobernadores y líderes del panismo) concluya, todavía sigue un camino tortuoso para los panistas. Falta que el Instituto Federal Electoral (IFE) valide los estatutos, se integre el nuevo consejo nacional y se armen los reglamentos que aterricen la elección de la dirigencia.

Por lo largo de este trayecto, en el PAN se habla de la posibilidad de extender la gestión de Madero otros dos meses y realizar los comicios en febrero.