Opinión
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Ciudad Perdida

Elecciones vecinales

Un botín más que apetitoso

El presupuesto participativo, zanahoria

U

n episodio más de la muy triste vida electoral de esta ciudad está a punto de escribirse. Se trata, desde luego, de la elección de los comités vecinales y de los consejos de los pueblos, más la consulta sobre lo que se ha dado en llamar presupuesto participativo, que tendrán lugar el próximo 1º de septiembre, donde, desde ahora, empezó una lucha entre tribus que miran ese instrumento, que podría ser una de las herramientas más nobles de la democracia, como un botín del que se deben apropiar para saltar, según ellos, hacia otras posiciones en el aparato de gobierno de la ciudad.

Nada mal que se involucrara a la ciudadanía en los actos de gobierno. Decidir, como propone la ley, dónde y en qué se debe utilizar parte de los recursos del gobierno, a partir de la decisión de los habitantes de las colonias, los barrios o los pueblos que componen el DF, no está nada mal, pero que esa posibilidad sea manejada por las tribus perredistas, principalmente, resulta un motivo más para cancelar las esperanzas de mucha gente en que se puede lograr un cambio en la manera de hacer política.

Lo peor, si es que hay algo peor, es que las autoridades electorales, en este caso el Instituto Electoral del Distrito Federal, que preside Diana Talavera, reconocida guerrera de la tribu de René Bejarano, no se han dado a la tarea de difundir, con la amplitud que requiere este quehacer, la importancia de ese evento; es más, en muchas partes de la ciudad nadie sabe de qué se trata ni cuándo habrá de realizarse, y para colmo, para qué sirve.

En los próximos días el IEDF saldrá a las calles para informar a la gente sobre la elección. Tal vez sea muy tarde, una hecho de tal importancia merecería campañas de información profusas que llevaran a la participación de la mayoría de los habitantes de la ciudad, método por el cual tal vez se podría inhibir el juego sucio de las tribus.

Las campañas de quienes encabezarán los comités vecinales, que habrán de servir de enlace entre las autoridades y los habitantes de cada colonia, empezarán ya, y con ellas la guerra entre las tribus, en la que los delegados políticos tratarán de que esos representantes vecinales no les sean adversos, y afianzar así su jerarquía, y como decíamos, preparar el salto a otras nóminas de gobierno.

El asunto ya viene podrido. Según sabemos, hay delegados que sin importar lo que dice la ley no sueltan a los representantes vecinales ni un solo centavo del presupuesto participativo si se trata de algún militante de tribu contraria, y eso da al traste con todas las intenciones de hacer mejor gobierno.

Las quejas en ese sentido las tendría que saber el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, quienes, de alguna manera, tendrían que enderezar la rama para que eso no pese a la administración central. No estaría de más, por ello, que se obligara a los delegados a transferir los fondos que requieren los grupos vecinales. Porque en las actuales circunstancias, y en algunos casos, este ejercicio se ha convertido en una burla para la gente.

Por lo pronto, hay cuando menos cuatro de esos delegados de los que hablamos, que no han soltado ni un fierro a los vecinos. Destaca, por ejemplo, el de Cuajimalpa, según reportan los propios vecinos, a quienes trata de imponerles una obra que los vecinos rechazan, y por ello no les da el recurso. Ya es hora de que alguien les ponga un alto.

De pasadita

Dicen que el jefe de Gobierno le tiene puesto el ojo a algunos de los funcionarios que, según se dice, nadan en aguas que no son las propias. Si eso es verdad nada mal estaría que le echara un ojo a su secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, quien tiene expresiones digamos que de muy mal gusto en contra del ex jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, y que según él, el país va de maravilla con la administración priísta. ¿Qué, no se habrá equivocado de cachucha este experto en colarse en cualquier chamba sin importar colores partidistas mientras la paga y los reflectores sean buenos? Ojo con eso.