DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   29 DE JULIO DE 2013 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

¿Qué es un desastre natural?
Bertha Sola

Nueva York no cierra todavía las heridas de Sandy

Los 10 desastres naturales más costosos que han afectado a México
Javier Martín Vide

Cinco desastres naturales en lo que va del siglo
www.interoxio.com

Europa también ha sufrido los desastres
Alex Fernández Muerza

Desastres naturales y humanos en África
Belén Presas Mata

Asia y el Pacífico son zonas catastróficas

Desastre natural en Myanmar
Agencia AP - Elespectador.com

El nuevo milenio, marcado por los desastres naturales
www.laangosturadigital.com.ar

Las grandes catástrofes del nuevo milenio

Los cambios en la Tierra después de los terremotos de Japón y Chile
Redactora qdiario.com

Instalan el Consejo Nacional de Protección Civil

La OCDE recomienda a México invertir más en prevención de desastres naturales
HabitatMx

Costos de los desastres en América Latina y el Caribe

Las catástrofes del año 2012 en el mundo


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Desastres naturales y humanos en África

Belén Presas Mata
Consultar: desastreshumanos.wordpress.com

Los desastres naturales son siempre fenómenos repentinos y destructivos. Sin embargo, en algunas partes del mundo los hay que se podrían evitar. África es uno de estos lugares.

Los desastres naturales más conocidos, por ser los más frecuentes en los medios de comunicación y los más destructivos en el corto plazo, son los terremotos, las erupciones volcánicas, los tsunamis y los tornados. Sin embargo, hay muchos más que son tan destructivos como los mencionados, pero que no son ni tan impresionantes ni tan rápidos.

Por ejemplo, las sequías, las inundaciones, las hambrunas provocadas por epidemias, la desertificación, las plagas… África vive este tipo de desastres naturales que, por ser más silenciosos, se olvidan antes.

El continente africano está situado sobre la placa tectónica africana. Se trata de una placa mixta que incluye parte terrestre (continente africano) y parte marítima (zona este del océano Atlántico y zona oeste del Índico). Esto implica que toda la extensión del continente no se encuentra un punto de choque de placas, por lo que los terremotos (que se originan en zonas de encuentro de placas o fallas tectónicas) y volcanes (que se originan en zonas de encuentro de placas o puntos calientes) no son frecuentes.

La única excepción es el valle del Rift, ubicado en una zona de choque entre lo que se consideran ya dos placas: la placa africana y la placa somalí. Algunos científicos consideran que de seguir a este ritmo el continente africano se fragmentará en dos y se creará un nuevo océano. Ésta es la única zona en la que se registran sismos, que suelen ser esporádicos y poco intensos.

A continuación, resumimos los desastres naturales más frecuentes y peligrosos en África, con las fechas en las que se produjeron, sus causas y la valoración de si se podrían haber evitado o no.

Sequías

Una sequía es una anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua es insuficiente para satisfacer las necesidades de plantas, animales y personas. Su causa principal es la escasez o inexistencia de precipitaciones. En el caso de África, su posición geográfica determina que su clima sea intertropical y en las zonas de desierto presenta un clima desértico (diferencias extremas de temperatura entre el día y la noche y ausencia de lluvias). Hay que distinguir entre aridez y sequía.

Los desiertos presentan climas áridos, lo cual es lo esperable. Una sequía, sin embargo, es un proceso que se extiende en el tiempo y cuyo daño ocasionado a largo plazo es mayor. En África, las sequías suponen el mayor desastre natural en pérdidas humanas y económicas.

La sequía de El Sahel

Es una de las más importantes registrada en África y ocurrió entre 1969 y 1973. Afectó al sur del desierto del Sahara y produjo un aumento de su superficie en Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso y Chad. Murieron más de 200 mil personas de hambre y la mayor parte de los campesinos tuvieron que emigrar por la pérdida de las cosechas y la muerte del ganado.

Medidas predictivas, preventivas y correctivas

Predicción: el carácter lento y progresivo de las sequías hace que sólo te des cuenta de su existencia cuando ya estás inmerso en ellas. Además, puede finalizar de forma más o menos brusca, con la aparición de un periodo lluvioso, o extenderse durante meses.

Prevención: una de las medidas más importantes es la predicción mediante herramientas de cálculo y uso de indicadores que permiten conocer tanto la aparición e intensidad de la sequía, como establecer predicciones. Las medidas preventivas se dividen en tres tipos:

a) Dirigidas hacia la oferta: hacer mejor uso de los recursos hídricos existentes (embalses, aguas subterráneas, embalses…).

b) Dirigidas hacia la demanda: análisis de la experiencia de otras sequías, reducción al mínimo de las pérdidas por escorrentía, evaporación…

c) Corrección: una vez producida la sequía, deben ponerse en práctica medidas dirigidas a minimizar los impactos de la sequía; anticiparse a que se produzca utilizando las predicciones y pronósticos, alertando a la gente para que esté mejor preparada. En el caso de la agricultura, buscando la elección óptima de los usos del suelo, los cambios en la rotación de cultivo, etcétera.

Según el Centro de Mitigación de la Sequía de la Universidad de Nebraska (USA), los 10 pasos fundamentales para evitar la aparición de sequía son:

  • Designar una unidad responsable.

  • Definir el propósito y los objetivos del plan de sequía.

  • Procurar la participación de los interesados y resolver sus conflictos.

  • Inventario de recursos e identificación de grupos de riesgo.

  • Redacción del plan de sequía.

  • Identificar las necesidades de investigación y completar lagunas institucionales.

  • Integrar ciencia y planes de acción (política).

  • Publicitar el plan de preparación ante sequías y desarrollar conciencia pública y retroalimentación.

  • Desarrollar programas educativos.

  • Evaluar y revisar el plan de preparación.

El problema es que para llevar a cabo las medidas predictivas, las preventivas y correctivas hace falta dinero. No se pueden crear órganos gubernamentales de gestión de la sequía, ni establecer instrumentos de medición en el terreno, ni crear embalses, ni cambiar los usos de la agricultura… si no se tiene dinero.

El área de El Sahel es una zona esencialmente pobre, que en época sin sequía sobrevive de una agricultura de subsistencia que aporta muy pocos excedentes para el mercado. La pobreza es, de hecho, más destructiva que la sequía.

Aunque no exista ninguna solución milagrosa para erradicar la aparición de aridez extrema, una redistribución de los flujos económicos y la ayuda de las grandes potencias a las zonas pobres con sequías recurrentes mitigarían los efectos de la misma. La sequía es así un desastre natural intensificado por el hacer humano.

Las inundaciones

Consisten en una ocupación por parte del agua de zonas que normalmente están libres de ésta. En África, las inundaciones se producen entre periodos de fuertes sequías o de precipitaciones escasas. Entre julio de 2008 y septiembre de 2009, en la región occidental de África murieron 160 personas a causa de las inundaciones y aproximadamente 600 mil quedaron sin hogar. Casi todos los países del oeste de África se vieron afectados por las inundaciones que arrasaron un número indeterminado de casas en Burkina Faso, Níger, Mali y Senegal y originaron graves problemas sanitarios para los damnificados.

En 2007, el año anterior, las inundaciones causaron 300 muertos y 800 mil damnificados en África occidental, además de destruir numerosos cultivos e infraestructuras.

Las causas que incrementan el riesgo de inundación son la deforestación y los incendios, al ser los árboles los principales medios para detenerla al absorber agua a través de las raíces. En África, la aridez del suelo intensifica el riesgo de estos fenómenos. De nuevo, la solución para disminuir el riesgo de inundación pasa por la disponibilidad de dinero.

Aunque tras estas inundaciones (entre 2007 y 2009) la comunidad internacional destinó ayudas al continente africano (la Cruz Roja 657 mil euros), se trató de apoyos destinados a medidas correctivas, es decir, para solucionar los daños una vez ocasionado el desastre. Sin embargo, al demostrarse por la experiencia y las características del terreno que se trata de una zona con tendencia a las inundaciones, las medidas deben ser predictivas y preventivas.

Y llevarlas a cabo exige dinero.

Algunas medidas preventivas para evitar la aparición de inundaciones o saber cómo actuar ante ellas son:

  • Reforestar la zona.

  • Hacer campañas de limpieza de los suelos para recoger los materiales con tendencia a inflamarse (prevención de incendios).

  • En lugares donde las inundaciones son frecuentes, establecer rutas de salida y planes de evacuación para que la población sepa cómo actuar en caso de inundación.

  • Mantener durante la temporada de lluvias una reserva de agua potable, alimentos y ropa.

En el caso de un continente en vías de desarrollo, los desastres naturales obligan a la solidaridad del primer mundo. Porque las inundaciones podrían reducirse si África no fuese África, un continente con pobreza extrema en muchas zonas.

Aunque hay características que hacen inevitable una tendencia a las inundaciones, la existencia de pobreza determina la intensidad de sus efectos sobre los seres humanos.

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