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Actuales y antiguos asalariados serán los mayores perdedores en una restructuración

El gobernador de Michigan no solicitará rescate federal para Detroit, aseguran
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Visitantes recorren el Instituto de Arte de Detroit, donde se expone un mural de Diego RiveraFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de julio de 2013, p. 21

Washington, 21 de julio.

El gobernador del estado de Michigan dijo que no pedirá al gobierno federal un rescate para Detroit, y sostuvo que la declaración de bancarrota fue un camino necesario para reconstruir la ciudad que fue capital de la industria del automóvil de Estados Unidos. No puedo esperar uno (un rescate federal). El estado no puede rescatar la ciudad de Detroit, ratificó Rick Snyder en la cadena CBS.

Detroit debe salir sola del agujero que creó y no puede esperar a ver si el gobierno federal irá en su rescate, opinó a su vez el administrador de emergencia de la ciudad, Kevyn Orr, encargado de guiar a la colapsada ciudad automotriz para salir de la mayor bancarrota municipal en la historia de Estados Unidos. Orr precisó que cualquier ayuda de afuera sería grandiosa, pero aclaró que no cuenta con ello.

Detroit se declaró en quiebra el jueves pasado, atorada por una deuda de 18 mil millones de dólares, el agotamiento de las arcas estatales y una pérdida constante de población. La decisión causó un terremoto político y social, a pesar de que décadas de mala gestión habían hecho previsible el desenlace.

Casi la mitad de la deuda de la ciudad es con fondos de pensiones y seguros de salud de jubilados, lo que hace de los actuales y los antiguos asalariados de la ciudad los mayores perdedores potenciales de una restructuración de la administración de Detroit.

El ex banquero Steven Rattner, quien dirigió la restructuración de las empresas automotrices General Motors y Chrysler, que también cayeron en quiebra, pidió esta semana al gobierno federal que otorgue asistencia financiera a Detroit.

El vicepresidente Joe Biden dijo esta semana que el gobierno no sabía qué podía hacer. Creo que es muy difícil ahora pedir una ayuda directa, declaró a su vez el alcalde de Detroit, Dave Bing, el domingo en la cadena ABC.

El administrador de emergencia de la ciudad. Kevyn Orr, añadió que la esperanza no es una estrategia, desde mi perspectiva. No puedo planear sobre qué podría o no pasar o qué ayuda podría o no llegar, comentó Orr a Fox News Sunday.

No esperamos que la caballería venga galopando. Tenemos que arreglarlo porque nosotros cavamos el agujero, agregó. Detroit se declaró en bancarrota el jueves, estableciendo el escenario para una costosa batalla legal con acreedores y abriendo un nuevo capítulo en la larga lucha por reactivar a la cuna de la industria automotriz de Estados Unidos.

Si es aprobada por un juez federal, la bancarrota forzaría a los miles de acreedores de Detroit a entrar en negociaciones con Orr para resolver una deuda estimada de 18 mil 500 millones de dólares. El alcalde de Detroit, Dave Bing, dijo que estaba conversando con funcionarios en Washington respecto a qué podrían hacer para ayudar.

No estoy seguro sobre qué pedir. Quiero decir, el dinero va a ayudar, no hay duda de ello, ¿pero cuánto?, declaró Bing en el programa This Week de ABC. El alcalde no ha tenido autoridad ejecutiva desde la designación de Orr como administrador de emergencia, el pasado marzo.

El gobernador de Michigan, Rick Snyder, dijo al programa Face the Nation de CBS que los problemas de la ciudad se habían gestado durante 60 años y que no veía posibilidades de un rescate estatal o federal.

Después del colapso económico de 2008, Washington inyectó miles de millones de dólares en las automotrices General Motors Co y Chrysler como primer paso a un rápido proceso de bancarrota. Pero el gobierno federal no ha hecho promesas esta vez.