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Patrulla Fronteriza, sensores y aviones sólo los demoran: Ángeles de la Frontera

Muros, alta tecnología y crimen no detienen a los indocumentados

Para quienes están decididos a cruzar, la valla es sólo un obstáculo más en el peligroso camino

Entre 1994 y lo que va de 2013 han muerto al menos 10 mil migrantes, aseguran activistas

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de julio de 2013, p. 7

Para quienes están decididos a cruzar sin documentos la frontera con Estados Unidos, el muro es sólo un obstáculo más en ese largo y peligroso camino.

Vallas, Patrulla Fronteriza, sensores de movimiento, aviones no tripulados y la delincuencia no los detienen, ‘‘sólo los demoran’’, afirman líderes de Ángeles de la Frontera, organización civil que por años ha instalado centros de abastecimiento para indocumentados en el desierto de Arizona.

Entre 1994 –año en que se inicia el programa denominado Operación guardián y se refuerza la construcción del muro fronterizo que inicia en 1991– y 2013 han muerto al menos 10 mil migrantes en el intento por cruzar el muro, asegura esta organización. La cifra contrasta con los números de la Patrulla Fronteriza, que da cuenta de poco más de 5 mil 700 decesos entre 1998 y 2012.

A la tragedia que significan estas muertes debe sumarse la creciente separación de familias, al haberse incrementado en el gobierno del presidente Barack Obama el número de indocumentados repatriados. Esto ha provocado la división de miles de familias con hijos nacidos en Estados Unidos, con alguno o ambos padres indocumentados y que son perseguidos por la policía para su deportación.

Desde el inicio del debate, la construcción del muro –que se inicia durante la presidencia de George Bush en Estados Unidos y Carlos Salinas en México– ha tenido defensores y detractores en ambos lados de la frontera.

En 2006, cuando el Senado estadunidense aprobó la ampliación de la barda, hasta cubrir una tercera parte de los 3 mil 141 kilómetros de frontera, el entonces gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, consideró que la valla ‘‘no estaría del todo mal. Creo que México necesita de su gente. Lo mejor sería mantenerla en el país, y daría incentivos para crear los empleos que son necesarios’’, declaración que reprodujo el periódico The Dallas Morning News.

En contraste, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado en el que ‘‘México expresa su profunda preocupación y enérgico rechazo al establecimiento de barreras físicas en la zona fronteriza (...) dichas medidas lastiman la relación bilateral en su conjunto (y) son contrarias al espíritu de cooperación que debe prevalecer para garantizar la seguridad en la frontera común’’.

El mismo Obama se ha expresado en contra de la barda fronteriza

En el breve debate previo a la votación en el Senado estadunidense, el legislador demócrata Edward Kennedy expresó su oposición al proyecto. Aseguró que ‘‘se echaba el dinero por la ventana’’, ya que la mayoría de los indocumentados ingresan con visa, pero permanecen en Estados Unidos al expirar ésta.

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Inicio de la riesgosa caminata en el desiertoFoto Marco Peláez /Archivo

Incluso, el actual presidente el actual jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, ha expresado su opinión en contra del muro, opinión que no detuvo a los senadores republicanos para condicionar una eventual reforma migratoria integral y a redoblar la protección de la frontera.

De acuerdo con cálculos de la Casa Blanca, al año se gastan hasta 18 mil millones de dólares en ‘‘proteger’’ la frontera del cruce migratorio, que ya cuenta con 6 mil agentes de la Patrulla Fronteriza, además de las torres de vigilancia que ya existen y que junto con una serie de implementos tecnológicos, conforman una barrera virtual en esa zona.

Esta ampliación de la valla obligó a los migrantes a buscar rutas alternas para continuar su camino hacia Estados Unidos. La Coalición por los Derechos Humanos de los Migrantes advirtió que esto sólo ha provocado que los indocumentados busquen cruzar por zonas más peligrosas, como el desierto de Arizona, lo que ha dejado un promedio de 10 migrantes muertos por día desde el inicio de su operación, hace casi dos décadas.

En 2001, el gobierno de Washington aprobó la construcción de una barda continua de mil 200 kilómetros en las zonas de mayor flujo de migrantes indocumentados. Actualmente existen 560 kilómetros de barda y se pretende continuar hasta cubrir los mil 200 kilómetros planeados.

‘‘Atorados’’, no detenidos, comenta experto de la Ibero

Para Javier Urbano, coordinador del Programa sobre Migración de la Universidad Iberoamericana, la extensión del muro fronterizo entre estados Unidos y México solamente generará que el flujo de migrantes (mexicanos y de otras nacionalidades) se quede ‘‘atorado’’ en la frontera hasta que encuentren nuevos lugares de entrada al vecino país, aunque se expongan a la delincuencia organizada, como apuntaron otros especialistas.

Los peligros acechan en aquellas zonas en las que se construyeron hasta tres vallas metálicas consecutivas, con una altura media de entre 4 y 5 metros, rayos infrarrojos, sensores terrestres, aéreos, cámaras y radares, lo que sin embargo no ha evitado que la migración continúe.