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Participa hoy en un concierto-homenaje al compositor en el Foro Cultural Coyoacanense

Las canciones de José de Molina no eran de protesta, sino revolucionarias: Chávez Teixeiro
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Las composiciones de José de Molina están vigentes y este homenaje servirá para que no se olviden, señala León ChávezFoto Archivo
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de julio de 2013, p. 8

Yo no creo que a José de Molina le haya gustado la denominación de canción de protesta a lo que hizo. ¿Protesta de qué? Sería mejor llamarle canción revolucionaria, de lucha, expresó en entrevista León Chávez Teixeiro, quien hoy domingo participará en el concierto-homenaje a De Molina, a 15 años de su muerte física.

La reunión será en el Foro Cultural Coyoacanense Hugo Argüelles, que se ubica en Allende 36, Coyoacán (detrás de la delegación), a partir de las 17 horas, con entrada gratuita.

León Chávez agregó que José de Molina siempre apoyó los movimientos populares y hoy estaría presente en ese proceso. Sus composiciones están vigentes y este homenaje ayudará a que no se olvide. Nunca claudicó y siempre tuvo un punto de vista, una postura que nunca varió. Fue coherente con su estilo de vida, con su manera de cantar, con su manera de comportarse.

A León las composiciones Tres jinetes en el cielo y Marcha de las madres latinas le parecen dos de las más importantes de De Molina, quien legó cientos de canciones a los mexicanos. “Cuando yo apoyé a algunos movimientos populares obreros y urbanos esas canciones se coreaban. En algunas ocasiones, en barrios, las mujeres cantaban piezas de la Guerra Civil española y Tres jinetes en el cielo.

Yo no estoy de acuerdo en llamarle a lo que hizo y lo que hicimos como canción de protesta. Esto nos lo clavaron a todos nosotros. Creo que a De Molina le hubiera gustado más llamarle canción revolucionaria. A mí me gusta más decirle canción proleta. Eso de protesta viene de Estados Unidos, donde ellos protestaban contra la autoridad del papá. En esto se trata de adentrarse en la realidad.

Hoy, Chávez Teixeiro interpretará algunas creaciones sobre los sucesos de 1968, de los días de la guerrilla, del teatro campesino, “y supongo que tendré que cantar algunas que siempre me piden, como Se va la vida.

De Molina y yo somos contemporáneos, de los treinta. La primera vez que me acerqué a esto ya José de Molina era un tipo súper conocido en todo el país, en Centroamérica. Yo diría que él y yo somos la generación primera que viene del 68. El tuvo una capacidad tremenda de composición y, por tanto, tiene muchos discos editados, a diferencia mía, que sólo tengo tres discos con rolas originales, más colaboraciones en varios más. León tiene el proyecto de hacer un nuevo disco a finales de este año.

Coherencia

De Molina no cobraba por sus conciertos ni cedió a las tentaciones de dinero que le insinuaron, afirmó en entrevista Enrique Aguilar Cruz, quien trabajó muchos años con quien considera su maestro y que hoy hace lo posible para mantener viva su memoria.

Aguilar Cruz laboró 25 años con el cantor; hacía la logística de los conciertos. “Iba de avanzada, me decía José, para ver los teatros, conseguir trabajo en las universidades; para ver lo de las marchas, los mítines. El me ayudó a tener cierta formación para hacer todo eso.

Yo supe de él por sus canciones, que me gustaron tanto que cambiaron mi vida. Yo soy del estado de Oaxacay fue como un padre para mí. En ese entonces tenía yo 13 años. Lo conocí en el DF, en la estación del Metro Balderas. Me enseñó a leer ciertos libros. Enrique es el organizador del homenaje.

De Molina nació en Hermosillo, Sonora, en 1938 y falleció el 9 de julio de 1998. Enfrentaba un cáncer terminal y se suicidó. Su legado musical es enorme y entre sus canciones se recuerdan Obreros y patrones, Ayeres y muchas más.

Durante su trayectoria de 30 años nunca se afilió a algún partido político, ya que no creía en la vía electoral como fuente propiciadora de los cambios radicales que el país necesita. Trabajó en sus inicios como campesino, obrero, periodista, actor y vendedor, entre otros oficios. Dichas experiencias se verían reflejadas en su obra. Fue sobreviviente de la masacre del 2 de octubre del 68 y de la represión del 10 de junio de 1971, del halconazo.

Fue secuestrado y torturado en mayo de 1997, durante la visita del presidente de Estados Unidos a México. Desde el levantamiento en 1994 decidió plantarse a cantar en el Zócalo todas las tardes como apoyo al movimiento zapatista.

Otros participantes en el homenaje de hoy serán Ana de Alba, Francisco Barrios El Mastuerzo, Víctor Guerra, Cruz Mejía, Grupo Imagen Son, Los Prófugos del Manicomio (acompañarán a León Chávez), Tania de Molina, el locutor José Luis Guzmán y Alejandro Zaragozi. La conducción estará a cargo de Froylán Rascón.