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Veo muchas posibilidades de que nos irá bien, afirmó Almaguer

México, obligado a vencer a Malí para avanzar a octavos

No es momento de lamentos, jugaremos como si fuera una final: Briseño

 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de junio de 2013, p. a14

Gaziantep, Turquía, 27 de junio.

México, en una posición muy complicada tras perder sus dos primeros partidos, apurará sus opciones este viernes en la tercera y última jornada del grupo D del Mundial Sub-20 de Turquía, en el que está obligado a obtener la victoria ante Malí, para llegar a octavos de final del torneo.

Los mexicanos, que llegaban al certamen como uno de los favoritos, ahora sólo pueden aspirar a clasificarse como uno de los cuatro mejores terceros de los seis grupos, pero necesitan ganar a los africanos, un rival difícil, que ha empatado en sus dos anteriores duelos: ante Paraguay (1-1) y Grecia (0-0).

Pocos podían pensar que el campeón de la Concacaf iba a llegar a la última jornada todavía con su casillero sin puntos, pero los reveses ante los helenos (2-1) y guaraníes (1-0) dejan al Tri al borde del abismo, pese a que sus integrantes insisten en que confían todavía en el pase a los octavos.

Posibilidades veo muchas, estoy tranquilo, convencido de que saldremos conectados y nos irá bien en este partido, afirmó en conferencia de prensa el técnico tricolor, Sergio Almaguer.

Nosotros, en el triunfo no somos los mejores ni en la derrota somos los peores. Tratamos de observar detalles que podemos mejorar cuando se gana, y cuando se pierde sabemos que hay cosas buenas que deben resaltarse, agregó el timonel.

Por su parte, el defensa Antonio Briseño afirmó en declaraciones a la página web de la FIFA que el equipo tiene que salir mentalizado de que es capaz de ganar ante Malí para seguir adelante en el Mundial de la categoría.

Dijo que ya no es momento para lamentos, ni para recrearse en lo que se hizo mal, sino en tomarse el partido ante los malienses como si fuera una auténtica final, un partido por todo o nada.

Todos sabemos lo que hemos hecho mal y ya no hay vuelta atrás. Es matar o morir. Somos un grupo muy unido y sabemos que esto podemos sacarlo entre todos, los esfuerzos individuales no van a servir de nada, afirmó.