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Aclara Pentagrama que editó Hurbanohistorias en 1984, antes de que el músico muriera

Rockdrigo captaba a cualquier público, lo que le dio permanencia, destacan especialistas
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de junio de 2013, p. 9

Rodrigo Eduardo González Guzmán, Rockdrigo, era capaz de captar a cualquier público y eso le ha dado permanencia, pues si bien formó parte de una determinada generación y tiempo, sus canciones siguen siendo vigentes. Los oyentes de hoy día pueden identificarse con muchas de sus letras, planteó Ricardo Bravo, en la sesión de escucha de la Fonoteca Nacional dedicada al músico mexicano desaparecido en el terremoto del 19 de septiembre de 1985.

El curador del ciclo Íconos del rock mexicano, explicó que la discografía de Rockdrigo fue posible gracias al trabajo de sus amigos, que se propusieron llevar las grabaciones semiprofesionales que dejó el artista a los discos de vinil para rescatar su música y dejarla para la posteridad, pues el autor de El campeón nunca fue grabado por una compañía disquera.

Sobre este comentario, ayer llegó a la redacción de La Jornada una carta de Discos Pentagrama para aclarar que esta información “resulta equivocada, pues nosotros editamos el disco Hurbanistorias (Con número de catálogo PCD 042) en el año 1984, antes de la muerte de Rockdrigo”.

Comparten experiencia

La sesión en Fonoteca contó con la participación del músico Fausto Arrellín y el programador musical Rodrigo de Oyarzábal, quienes recordaron la obra y legado de su amigo, y compartieron cómo fue la realización de los cuatro materiales discográficos del popular compositor.

De Oyarzábal comentó que Rockdrigo llevo a cabo por cuenta propia la grabación de un casete con el nombre de Hurbanistorias, el cual él mismo vendía en las tocadas donde se presentaba y en el Tianguis del Chopo.

Para el primer material discográfico conservamos el casete original y lo llevamos a un disco de acetato. En el temblor se recuperó el lado B, el lado A se sacó de una grabación del casete a cinta de carrete en Radio Educación.

Sobre el segundo material El profeta del nopal, explicó De Oyarzábal, se tenía que decidir qué hacer con el material. Teníamos la cinta que rescatamos del temblor, un concierto de los Arte Zánganos en Aguascalientes. Decidimos hacer una especie de cronología.

Respecto del tercer disco Aventuras en DeFe, Arrellín explicó que usó piezas que él considera medulares. Me interesaba la parte más urbana, concentrado en las aventuras. Sobre el cuarto material, No estoy loco, también a su cargo, dijo que presenta las obras más locas e imaginativas.

En la velada se recordó que Rodrigo González creó un movimiento musical denominado Rupestre, en el cual participaron Rafael Catana, Roberto González y Roberto Ponce, y del cual Fausto Arrellín leyó parte de su manifiesto: Los Rupestres por lo general son sencillos, no la hacen mucho de tos como tanto chango, pero tienen tanto que proponer con sus guitarras de palo y sus voces acabadas de salir del ron. Son poetas y locochones, rockanroleros y trovadores, simples y elaborados, gustan de la fantasía, le mientan la madre a lo cotidiano, tocan como carpinteros venusinos y cantan como becerros en un examen final del Conservatorio.

Sobre dicho movimiento, Rodrigo de Oyarzábal comentó que se trataba de un colectivo para buscar lugares dónde tocar.

Dominio escénico

Al recordar al roquero rupestre, comentó que siempre tuvo un dominio escénico interesante: Sacaba algo que hacia memorable el concierto.

En opinión de Rodrigo de Oyarzábal, la música es trascendente, pues tiene un manejo del lenguaje muy interesante y siempre encontraba cómo resolver la historia que relataba.

A su manera de ver, su muerte lo convirtió en un mito por lo que habría que desmitificarlo y darle un valor más allá de ese hecho. Hay que meterse a su obra, entenderla, disfrutarla. Él es un disfrute. Me parece importante romper el mito.

Los cuatro materiales de Rodrigo González Rockdrigo se pueden escuchar en la Fonoteca Nacional, ubicada en Francisco Sosa 383, colonia Barrio de Santa Catarina, Coyoacán. El horario es de lunes a viernes de 9 a 14 y 13 a 18 horas.